En Cuestión de peso, los corazones también tienen su transformación. Esta vez, la protagonista fue Yael, quien confirmó lo que muchos ya sospechaban: hay algo más que una amistad con Alejandro.
Todo comenzó cuando Mario Massaccesi presentó un informe cargado de sospechas y miradas cómplices. Al regresar al piso, no hubo lugar para más dudas: ¡el romance está en marcha!
“Sí, estamos todos los días juntos. Estamos afuera cuando tenemos tiempo. A los chicos no los dejamos de lado nunca. Que eso quede claro. Y nada, con Ale nos estamos conociendo”, confesó Yael, visiblemente emocionada.

Pero no fue la única que notó la química. Estefanía Pasquini, esposa de Alberto Cormillot, reveló un detalle que la sorprendió: “El lunes cuando volví de la licencia, los vi abrazados y dije: ‘acá hay una pareja’”.
Las cámaras registraron todo. En medio de las risas y las especulaciones, Alejandro no aguantó más y le tiró un beso a Yael desde el piso. Ella, sin dudarlo, corrió hasta él y sellaron el momento con un apasionado beso frente a todos.
Yael: “Pegamos una re conexión desde la primera vez que entró”.
Y como en toda historia romántica, hubo un “cupido”: Guillermo, compañero del programa, contó que fue testigo del primer beso y que sin su impulso, quizás nunca hubiese pasado: “Alejandro no se animaba”, lanzó, entre risas.
Sobre este incipiente amor, Yael aseguró: “Pegamos una re conexión desde la primera vez que entró”. Mientras que Alejandro cerró, muy enamorado: “Yo venía de momentos complicados, me había separado hacía dos meses, y vine con un objetivo de peso. Pero también encontré una persona que me ayuda y me contiene”.
¡Que viva el amor!
Alejandro: “Yo venía de momentos complicados, me había separado hacía dos meses, y vine con un objetivo de peso. Pero también encontré una persona que me ayuda y me contiene”.
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LA DURA HISTORIA DE VIDA DE DENISE, LA NUEVA PARTICIPANTE DE CUESTIÓN DE PESO
La nueva temporada de Cuestión de Peso sigue sumando testimonios que llegan directo al corazón. Esta vez, la protagonista fue Denise Álvarez, una joven de 29 años de Béccar, que presentó su historia de vida y emocionó a todos en el programa.
“Quiero cambiar mi vida. Me molesta el colgajo que tengo en la panza. Yo me amo como soy, pero es algo que a mí me molesta. No me importa lo que digan los demás”, se sinceró Denise frente a las cámaras.
Su relato estuvo atravesado por un dolor profundo: la ausencia de su madre durante la infancia: “En el colegio me han dicho gorda de muchas maneras. El vacío que tengo dentro lo llenaba comiendo. El abrazo que necesité de mi mamá siempre lo busqué en una comida. Hasta el día de hoy me duele”.

A pesar de esas heridas, Denise resaltó la contención que encontró en su propia familia: “Como mamá me considero una gran mamá. Le doy a mi hija todo lo que yo no pude tener. Le demuestro todo el tiempo que la amo, que es mi vida, que es mi debilidad. Tengo a mi marido y mi hija, que ellos me apoyan en todo. Hace 15 años que estoy con él, es mi primer novio. Conocerlo creo que fue lo que más me salvó”.
Criada en un barrio humilde y con el amor incondicional de su padre, la joven también destacó la importancia de sus raíces: “Mi papá es mi vida, es un guerrero, mi mejor amigo. Siempre me sentí fuerte hacia afuera, pero por dentro estaba vacía”.
“En el colegio me han dicho gorda de muchas maneras. El vacío que tengo dentro lo llenaba comiendo. El abrazo que necesité de mi mamá siempre lo busqué en una comida. Hasta el día de hoy me duele”.
Conmovida, Denise confesó que todavía le cuesta sanar el vínculo con su madre: “Hubo un tiempo que dije ‘sí, la perdono’, pero cuando lo hablo me quiebro. Es mi punto débil. Obviamente la contención que necesitaba ya no la voy a tener, ya soy grande, pero siempre espero ese abrazo de mi mamá”.
Decidida a dar un giro en su vida, Denise cerró su presentación con un mensaje de autovaloración y esperanza: “A esta Denise le diría ‘hasta acá, basta’. Porque quiero estar bien conmigo misma. Perdonaría a esta Denise por aguantar tanto, por cargarse mochilas que desde chica siempre llevó encima y nunca soltó”.