Griselda Siciliani dejó a todos con la boca abierta durante su paso por Un Día Perdido al revelar a qué famoso argentino muere por conocer. Con su clásico sentido del humor, la actriz contó que desde niña es fanática de Pablo Rago, al punto de que aún hoy, al verlo, siente los mismos nervios que cuando era una nena.
“Yo era fanática de Clave de Sol, como todos los de mi generación. Tenía nueve años y era imposible no verlo. Y claro, me gustaba Pablo Rago”, comenzó recordando Griselda en el programa que conduce Mario Pergolini por eltrece.
La actriz también recordó un encuentro de su infancia con el galán: “Una vez lo vi en un partido de fútbol a beneficio. Mis papás son docentes, y fuimos porque mi papá daba clases en una de las escuelas organizadoras. Había muchos actores conocidos y estaba él”, recordó entre risas.

Cuando le preguntaron si todavía le generaba algo, Griselda no dudó: “Me pone muy nerviosa verlo a él”, se sinceró. Y como si fuera poco, contó que su actual pareja, Luciano Castro, podría ser el puente para cumplir ese sueño: “Luciano está haciendo una serie donde trabaja Pablo Rago, y yo le dije: ‘Por favor, presentámelo’. Me prometió que lo iba a hacer”, cerró, divertida.

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LA SORPRESIVA CONFESIÓN DE FABIANA CANTILO SOBRE MARIO PERGOLINI: “LE ESCRIBÍ...”
Fabiana Cantilo volvió a dejar a todos boquiabiertos con una confesión inesperada sobre Mario Pergolini. Invitada a Infama, la artista relató cómo vivió su relación con el conductor años atrás y no dudó en disparar frases tan sinceras como filosas.
Indagada sobre si hoy iría a Otro Día Perdido, el ciclo que conduce Pergolini por eltrece, la cantante lanzó sin filtro: “A pegarle un poco, sí. Ahora me doy cuenta que soy como una adelantada y una exagerada porque soy lo que soy. No es que soy loca, sino que tengo mucha energía. Y él me miraba tipo, ‘como no te puedo entender, no te doy bola. Y como no te puedo cog..., no te doy bola’”.
Con ese estilo descontracturado que la caracteriza, Cantilo agregó que todo aquello la marcó profundamente: “Yo era una chiquita que tenía miedo. Entonces le escribí 800 cartas que después rompí. Fue un antes y un después”, agregó.

Por último, al ser consultada sobre si alguna vez Pergolini le tiró onda, fue tajante: “No. Pero viste, cuando uno no les da bola… Yo era muy monja. Les escribí cartas y nunca se las mandaba”, cerró, divertida.