La búsqueda que Rocío Marengo (45) emprendió para ser madre junto a Eduardo Fort (59) fue incesante, llena de ilusiones, frustraciones y dolor, hasta que las plegarias fueron atendidas y abrió su corazón ante Ciudad para relatar su historia.
“Estamos muy, pero muy felices”, comenzó la actriz.
-¿Ya definieron el nombre del nene o la nena por venir?
-Nombre no tenemos porque todavía no sabemos el sexo, pero tengo una lista enrome tanto para nena como para varón, pero me los guardo porque me los bochan porque la familia dice que lo van a burlar en el cole.

-¿Es el único desacuerdo con el que se entretienen durante la dulce espera?
-No. Tenemos otro tema, no sólo el nombre, sino el cuadro de fútbol. Yo quiero que sea de River y Edu de Boca. Entonces, estamos votando y viendo qué consigue cada uno para convencerlo.
El problemita es el equipo del que va a ser hincha más que el nombre.
Rocío Marengo.“Yo quiero que sea de River y Edu de Boca. Entonces, estamos votando y viendo qué consigue cada uno para convencerlo. El problemita es el equipo del que va a ser hincha más que el nombre”.
-¿Están de acuerdo en bautizalo?
-Sí, pero todavía falta mucho igual.

-¿Ya saben cuándo y dónde va a nacer?
-Sí, a mediados de enero en Buenos Aires.
-¿Te sometiste a un tratamiento de fertilización asistida para lograr el embarazo?
-Sí, fue fertilización in vitro con uno de mis óvulos y los gametos de Eduardo. La realidad es que hicimos muchos tratamientos durante los últimos cinco años y por eso nos costó tanto llegar a esto. Es un bebito Marengo Fort auténtico.
Rocío Marengo.“fue fertilización in vitro con uno de mis óvulos y los gametos de Eduardo. La realidad es que hicimos muchos tratamientos durante los últimos cinco años y por eso nos costó tanto llegar a esto”.
-¿Fue un proceso de mucho esperanza y sufrimiento?
-Mucho. Fueron muchas inyecciones, paciencia y golpes. Pero la felicidad ahora es tanta que no me importa lo que pase. Ya me olvidé.

-Así como en su momento le reclamaste en televisión que se la juegue, callado Eduardo se re portó en toda esta búsqueda. ¿Es así?
-Obvio. Yo aguanté mucho, pero Edu es tremendo hombre. Lo amo. ¡No saben lo que me bancó! ¡Un montón! ¡Soy una afortunada porque no podría tener mejor papá mi bebé!
-¿Ahora te vas a dedicar de lleno a la panza?
-Claro. Yo hace tres meses que estoy alejada de la tele para dedicar el ciento por cieto de mi energía al bebé. Es un bebé más que deseado.
Rocío Marengo.“Yo aguanté mucho, pero Edu es tremendo hombre. Lo amo. ¡No saben lo que me bancó! ¡Un montón! ¡Soy una afortunada porque no podría tener mejor papá mi bebé!”.
-Además tendrás un equipo médico incondicional en esta aventura de la maternidad.
-Mi médica es María Inés Viglierchio. Sin su contención, amor y profesionalismo nada hubiese sido posible.

-¿Cómo llegaron a dar con ella?
-Cuando comenzamos este camino jamás pensamos que iba a ser tan largo y averiguamos en todos lados, tanto en Argentina como en Estados Unidos y Chile, porque queríamos lo mejor. Queríamos a nuestro bebé e íbamos por todo.
-Hasta que se quedaron con la experta argentina.
-Nos decidimos por María Inés, que es súper cálida, una gran profecional. Y no nos equivocamos.
Todo el tratamiento fue tan largo que haberlo hecho en otro país hubiera sido imposible por la cantidad de veces que hay que ir a la clínica, el idioma y un montón de cosas más.

-Se nota que le tomaste cariño.
-Es una mujer muy joven, pero sin ella no habría sido posible. Es espectacular, no puedo creer todo lo que hizo por nosotros. El camino fue muy largo, se nos dio.
-¿Te replanteaste esta decisión en algún momento?
-El camino fue larguísimo y desconocido. Si me decían que iba a tener que estar cinco años con esto no sé si lo enfrentaba, pero como todo era “un mes más”... Cada tratamiento creía que había quedado embarazada y después era una piña en la cara.
Rocío Marengo.“Si me decían que iba a tener que estar cinco años con esto no sé si lo enfrentaba, pero como todo era “un mes más”... Cada tratamiento creía que había quedado embarazada y después era una piña en la cara”.
-El esfuerzo tuvo una recompensa inmejorable.
-Esta noticia es una alegría para toda la familia y lo vivimos con una felicidad enorme.