Tras el arribo al país de sus hijos Magnolia y Amancio —frutos de su relación con Eugenia “la China” Suárez— el actor chileno se mostró emocionado al compartir un plan de padre e hija con la pequeña, en medio de una guerra mediática con su ex.
En sus redes sociales, Vicuña publicó una tierna postal en la que se lo ve abrazado a Magnolia, disfrutando de una salida al cine. Según detalló, ambos asistieron a ver Papá x dos, la película que el propio actor acaba de estrenar en las salas.
En la foto, se los observa en un clima de total complicidad: Magnolia recostada en el pecho de su papá, mientras él la envuelve con un abrazo protector y lleno de ternura.
¡Es muy linda!
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LA MAMÁ DE BENJAMÍN VICUÑA VIAJÓ DE URGENCIA AL VERLO DEVASTADO EN MEDIO DE SU GUERRA CON LA CHINA SUÁREZ
En medio de la nueva guerra mediática entre Benjamín Vicuña y Eugenia “la China” Suárez por sus hijos Magnolia y Amancio, salió a la luz un detalle familiar que muestra la vulnerabilidad del actor chileno y el rol clave de su madre, Isabel Luco Morandé.
Según contó Débora D’Amato en Los Profesionales de Siempre, la madre de Vicuña decidió viajar urgente desde Chile para contenerlo tras notar su dolor: “La mamá de Benjamín llegó ayer”, informó en vivo.
“Obviamente, la mamá de Benjamín viene, no solamente viene leyendo y viendo la cuestión mediática, sino que además habla con su hijo. Una cosa es lo que te dicen por teléfono y otra cosa es verlo cara a cara”, agregó.

El motivo de su llegada fue claro: “En unos días que Vicuña estuvo en Chile, la mamá quedó alarmada y preocupada. No es victimización, pero ella decidió venir. Se ocupa y se preocupa, y viene acompañarlo”, siguió.
Débora D’Amato: “En unos días que Vicuña estuvo en Chile, la mamá quedó alarmada y preocupada. No es victimización, pero ella decidió venir. Se ocupa y se preocupa, y viene acompañarlo”.
Por último, D’Amato remarcó que, pese a ser un hombre adulto con una vida hecha, Vicuña sigue necesitando a su círculo más íntimo en este contexto: “No hay tiempo, ni edad para que tu mamá te venga a abrazar, por más que seas un señor grande”, cerró, contundente.