Como cada miércoles, Gabriel Rolón se sentó en el estudio de Perros de la Calle y, fiel a su estilo, dejó reflexiones que invitan a pensar. Esta vez, el psicólogo puso el foco en los sueños, la responsabilidad y la eterna tensión entre el “tener” y el “ser”.
“Lo que está de más no sirve”, disparó Rolón, y enseguida aclaró que “todo el mundo tiene opción de cambiar de postura”. Para él, la vida es una constante posibilidad de transformación, aunque no siempre sea fácil.
La trampa de las metas imposibles

Rolón advirtió sobre un fenómeno común: “A veces una manera de sentirse mal con uno mismo es ponerse metas que nunca van a alcanzar”. Según el licenciado, buscar lo inalcanzable es la mejor manera de no alcanzarlo y, en ese camino, la frustración se vuelve protagonista.
“Hay un momento que es muy difícil: empezás a empeorar vos por una conducta que era mala del otro”, explicó, señalando cómo las relaciones y los mandatos pueden afectar el bienestar personal.
Entre el tener y el ser: la pulseada interna
Para Rolón, la vida es una “pulseada entre el tener y el ser”. El deseo de poseer cosas muchas veces choca con la necesidad de encontrar sentido y autenticidad.

Pero la frase que más resonó en el estudio fue una definición que invita a repensar el sentido de los sueños: “Los sueños en su totalidad sueños son y está bien que así sea. Un sueño no está para cumplirse, está para darle sentido a una vida”.
Con su habitual claridad, Gabriel Rolón dejó en claro que perseguir sueños no siempre significa alcanzarlos, sino encontrar en ese camino el verdadero motor de la existencia.