SoFi es el pez robot desarrollado por equipo del Laboratorio de Informática e Inteligencia Artificial del Instituto de Massachusetts (MIT). Este modelo mecánico es capaz de nadar y moverse como cualquier pez, sin espantarlos, recopilando así suficiente información para explicar cómo son las interacciones de los peces para poder proteger a las especies que están en peligro de desaparecer.
El robot imita perfectamente los movimientos de los peces reales, nada ondulando la cola y puede controlar su propia flotabilidad, invento que fue anunciado esta semana en la revista Science Robotics.
El nombre de SoFi es la abreviatura de Soft Robotic Fish, el cual es capaz de realizar un estudio en tiempo real de los ecosistemas marinos, ya que posee una cámara integrada y un diseño flexible que le permite tener acceso a zonas difíciles con rápidas maniobras.
The New York Times se pronunció acerca de este invento y explicó que el pez robótico podría ser fundamental para comprender y proteger la vida marina que está en peligro de desaparecer dentro del frágil ambiente oceánico, en constante amenaza por las actividades contaminantes de los seres humanos y por los efectos del cambio climático.
SoFi cuenta con unas medidas de 0,47 x 0,23 x 0,18 metros y pesa unos 1,6 kilogramos, además tiene una autonomía de 40 minutos, gracias a su batería de litio. La cola del robot está compuesta de plásticos flexibles impresos en 3D y silicona, tiene un tanque de flotabilidad que permite controlar su capacidad de flotar de manera autónoma y un sistema de propulsión más silencioso que las habituales hélices, ayudando a que sea similar a las especies que lo rodean.
Los ojos de SoFi están integrados por una cámara que captura imágenes y video de alta resolución que transmite en directo. El robot ya fue probado en el arrecife Arco Iris de Fiji y todo salió excelente.
Un dato curioso que los gamers amarán es que los investigadores usan un mando de la consola Super Nintendo para poder conducir a SoFi por el fondo marino.
La pregunta obligatoria es qué pasaría si un pez de gran tamaño o un tiburón vigilara su vez a SoFi. “Si un tiburón se comiera a nuestro pez, tendríamos las grabaciones más increíbles”, contó Robert Katzschman, estudiante de posgrado del MIT.
