Pequeños agujeros en un gran cráter cerca del Polo Norte de la Luna pueden ofrecer entradas a una red subterránea de tubos de lava, de acuerdo con un nuevo descubrimiento.
Los agujeros podrían ofrecer pasadizos hacia el interior de la luna, donde los científicos creen que podrían encontrar hielo. Un posible recurso de agua en la luna sería de gran valor para los humanos y las naves espaciales robóticas, y si hay hielo subterráneo en la luna, el polo norte lunar puede ser la mejor ubicación para encontrarlo.
Estos agujeros, de acuerdo con una investigación presentada esta semana en el taller Lunar Science for Landed Missions de la NASA, son túneles vacíos de los volcanes que estallaron cuando la luna era geológicamente activa hace millones de años.
Los tubos de lava también se forman aquí en la Tierra (y se espera que hayan hecho lo mismo en Marte) durante algunas erupciones volcánicas, específicamente cuando los bordes exteriores de un flujo de lava se enfrían, encerrando la lava más cálida y aún fluida.
En la superficie de la luna, esos túneles se muestran como depresiones estrechas y sinuosas llamadas rilles cordilleras debido a su forma tortuosa, que según los científicos trazan los senderos de los tubos de lava aplastados. Pero a veces las placas del techo de estos túneles se derrumban, dejando lo que parecen tragaluces.
En investigaciones anteriores, los científicos ya habían detectado cerca de 200 de lo que creen que son los tragaluces de tubo de lava más cercanos al ecuador de la luna.
El otoño pasado, estos mismo científicos sugirieron que los tubos de lava (y las entradas del tragaluz en ellos) podrían ser un recurso crucial no solo para aprender sobre la geología de la luna, sino también para albergar a futuros exploradores humanos.