En septiembre de este año Julio Iglesias soplará 75 velitas. Gran parte de ellos, vinculados a la música. Pero fue después de un siniestro vial que sufrió en 1962 que se vio obligado a aprender a tocar la guitarra, dado que debió permanecer en silla de ruedas por largo tiempo. Con este accidente también se vio truncada su carrera como arquero de fútbol, que era su principal anhelo.
Iglesias, quien en 2010 contrajo matrimonio con la madre de sus cinco hijos más pequeños, Miranda Rijnsburger, modelo nacida en Holanda quien tiene 17 años menos que él, se había fijado un futuro como compositor tras el accidente, actividad que deseaba alternar como conocedor de las leyes.
Pero, consciente de su potente voz, fue convencido por sus productores de dedicarse a la música, por lo que se subió al escenario del Festival Internacional de la Canción de Benidorm, que se celebró en 1968, donde interpretó La vida sigue igual, tema con el que arrasó.
Tras el éxito de ese primer paso, el cantante se aventuró a probar dos años con Eurovisión. Allí obtuvo el cuarto lugar con Gwendolyne. En 1970 conoció a Isabel Preysler, con la que contrajo nupcias y con quien concibió a Chabeli, Julio José y Enrique. El matrimonio duró solo ocho años, en medio de un torbellino de rumores de infidelidad que iban y venían.
Benidorm y Marbella han sido las ciudades españolas que más ha visitado, debido a su alta receptividad como cantante. De hecho en la primera de éstas hay un auditorio con el nombre del artista español y también fue enarbolada una estatua.