Ben Campbell jamás se imaginó pasar por este cómico, pero raro momento. Su pequeño perrito había hecho una travesura que implicaba un elemento fundamental para todos: la dentadura.
Su papá humano notaba algo extraño a su mascota, distante y extraño… ¡algo estaba tramando!
Thomas, así llamado por su dueño, había tomado “prestado” la dentadura postiza que Ben encargó por internet para hacer una broma (por suerte no era de él).
Pero lo más cómico acá es que en vez de morderlo, masticarlo o romperlo el can lo usó y posó con una enorme sonrisa para la cámara de Ben, quien no iba a perderse el momento y estaba preparado para dejarlo plasmado en una foto para siempre.
Las imágenes del pequeño recorrieron las redes sociales. Los usuarios no podían creer lo que veían.
¡Qué simpático!