Tumbado en el césped, un enorme conejo de peluche, de unos 60 metros de largo y 6 de alto, yace sobre una colina de 5 mil metros en el Monte Colletto Fava de Italia y como quien hubiera caído del cielo. Pero no.
Hase (del alemán, liebre) es un muñeco rosa chicle que fue construido allí por un grupo de amigos. Se trata del colectivo Gelatin, de Viena, integrado por cuatro amigos de 30 años que se conocieron en 1978 en un campamento de verano.
Los autores la obra, tal cual refleja The New York Times, entienden el arte “como una forma de divertirse, por lo que dejaron esta figura en ese monte a 1.500 metros sobre el nivel del mar para que los visitantes pudieran sentirse como Gulliver y deslizarse sobre él.” Hase fue construido en septiembre de 2005 y está compuesto por un forro de tela rosa relleno de paja.
“Hicimos moldes de otros animales disecados: osos, pitufos, pingüinos. Pero el conejo era mejor por la forma en la que está tumbado en el suelo. Las orejas planas son un buen lugar donde caminar de forma sencilla sobre él”, declaró Ali Janka, uno de los artistas de Gelatin. En 2005 cuando fue instalado el conejo fue muy brillante y más rosa. Pero fue transformado en rosa-gris por la corrosión.