Billie y Seymour, los perros de Erin Yoyce, una mujer de Victoria, Australia, hacen siempre la misma rutina: Cuando Erin vuelve del trabajo, los dos huelen a metros de distancia su llegada y se abalanzan sobre la valla de la casa y comienzan a olfatear frenéticos. Así, un día tras otro.
Dean
Ahora a Erin le saludan dos hocicos cada día que vuelve a casa.
¡Excelente idea!
Fuente: DPA.