El proceso de envejecimiento de la piel es complejo y depende de muchos factores externos e internos. Pero es exactamente alrededor de los veintisiete años cuando comienza este proceso de manera más activa.
Aunque no hay una edad exacta para iniciar el cuidado de la piel, lo que sí es cierto que entre más temprano se inicie más se logrará retrasar el daño.
Hasta hace poco, solo se usaba el bloqueador solar en la playa o cuando se hacían actividades al aire libre. Pero ahora se sabe que debe utilizarse todos los días aunque no haya exposición directa al sol. Además las personas pasan muchas horas frente a la computadora, debajo de focos y lámparas que también radian la piel causando daños en la piel.
Otro aspecto que debe considerarse es cómo se limpia y desmaquilla la cara. Muchas personas usan jabón común o neutro, pero las sustancias que contienen son sumamente agresivas, barriendo con toda la suciedad que se acumula en ella durante el día, pero también con las barreras de defensa. Lo más recomendable es el uso de un dermolimpiador suave para el rostro, los cuales incluso están diseñados para cada tipo de piel, ya sea piel seca, piel mixta o piel con tendencia al acné.
El uso de alguna solución exfoliante, aunque no es obligatoria, puede ayudar a eliminar células muertas que contribuyen a la obstrucción de los poros, pudiendo causar brotes o la acumulación de los llamados puntos negros. Y, en el caso de los hombres, ayuda a que tengan menor cantidad de vellos enterrados por el rasurado.
Posteriormente, el uso de un tónico es muy recomendable, ya que le devolverá a la piel el equilibrio y la protección posterior a la limpieza y exfoliación. Y por último la humectación, la cual dependerá del tipo de piel.