Durante todo el año las pasarelas del mundo están activas. Las semanas de la moda en Milán, París, Londres, Madrid y Nueva York acaparan la atención de la industria de la moda, mostrando las nuevas tendencias.
Cada Semana de la Moda tiene su estilo propio y ahora se incorpora la práctica del see now buy now. Esto implica que las colecciones se presentan acorde a la estación concreta del año, para que las prendas puedan ser adquiridas al momento.
De esta forma, los clientes no tienen que esperar meses para comprar las piezas deseadas. Algunas firmas como Mathew Williamson, Rebecca Minkoff, Thakoon y Tom Ford anunciaron el año pasado que se unían a esta nueva modalidad y que no seguirían anclados al obsoleto calendario de la moda.
Como es normal, hay un grupo de diseñadores en contra de esta nueva manera de gestionar los espacios temporales de las firmas de moda. Pero todo parece indicar que terminará por imponerse. Uno de ellos es Karl Lagerfeld, quien calificó este cambio de "auténtico desastre", argumentando que es necesario dar a la gente "el tiempo necesario" para realizar su elección y para "producir las cosas bien".
Por su parte, Donatella Versace sí apoya esta idea. Dijo sentirse emocionada ante los nuevos desafíos del "actual momento de la moda", opinando que los sistemas tradicionales están colapsando.
Otra corriente que sigue expandiéndose es que las grandes firmas aprovechan la presentación de estas pequeñas colecciones de entretiempo para realizar diferentes shows, que nada tienen que ver con los clásicos desfiles.
Saltan los ejemplos de Chanel en Cuba, Fendi en la Fontana de Trevi, Dior en el Palacio de Blenheim o Gucci en la Abadía de Westminster. Otros como Saint Laurent o Stella McCartney presentaron algunas de sus últimas propuestas entre amigos y música, mientras las modelos desfilaban entre los invitados.