Muchas veces se presta más atención al color de esmalte que a las uñas mismas. Un aspecto importante para su cuidado también pasa por seleccionar la forma más adecuada y, en ello, las limas juegan un papel primordial.
Según la opinión de Berenice Espejo, formador de la firma norteamericana ORLY, se debe hacer un buen análisis de las propias manos. El limado y la forma que se da a las uñas son la base principal para fortalecerlas y mantenerlas siempre sanas.
Si se miran por un momento los dedos, se podrá analizar el tipo de uña que se tiene e intuir la forma que más le favorece, aunque esto también dependerá del gusto de cada persona. Según Berenice Espejo, el truco es comenzar por analizar tus manos, si son pequeñas o grandes, finas o gorditas, para pasar después a la propia forma de la uña: cuadrada, ovalada, triangular, estrecha.
Cuando las manos son pequeñas y finas, lo que más favorece visualmente son las formas redondas, ovaladas o en forma de almendra para estilizarlas. También los dedos ayudan a saber qué tipo de forma de uña es el más adecuado. Por ejemplo si los dedos son gruesos o gorditos lo mejor son las uñas ovaladas, y para los dedos delgados lo más indicado son las uñas cuadradas en forma recta para estilizar aún más la mano.
¿Cómo limar las uñas?
Lo primero que es importante saber es que limar las uñas regularmente favorece su salud y crecimiento. La manera como se cortan y liman las uñas puede fortalecerlas o debilitarlas, por ello deben incluirse en la rutina de belleza.
Para tener uñas sanas y fuertes, se recomienda dejarlas crecer rectas hasta un milímetro y medio aproximadamente en los lados. Y luego limarlas dándoles una forma semicuadrada u ovalada que siga el contorno de la punta del dedo.