Sarahah es un servicio de mensajería anónimo. Una vez que un usuario se registra, puede dar a conocer su contacto a sus amigos o publicarlo en línea y así todos podrán enviarle mensajes anónimos. El destinatario no tiene manera de saber quién publicó el mensaje o si respondió de alguna manera.
Sarahah nació en Arabia Saudita y comenzó como un sitio web creado por el desarrollador Zain Al-Abidin Tawfiq.
La razón de su creación es simple: permitir a los empleados enviar comentarios anónimos a sus empleadores. Daba una voz a aquellos que tenían algo que decir, pero que por miedo a que pudieran ser despedidos no lo hacían.
Tawfiq pensó que este concepto también podría aplicarse a nivel personal, con amigos y conocidos que se retroalimentan mutuamente. Esto fue lo que se hizo popular del sitio en el Medio Oriente y África, pero para el mundo occidental hacía falta algo más para que calara.
En junio de 2017, Tawfiq creó una aplicación de Sarahah y la comenzó a distribuir en la App Store y en Google Play, y se regó como pólvora al punto de posicionarse entre las tres mejores aplicaciones gratuitas en ambas plataformas en muy poco tiempo.
Esa popularidad fue impulsada por su integración a Snapchat, lo que hizo que fuera mucho más fácil de usar por los adolescentes.
La polémica con Sarahah es la de siempre en Internet: cuando las personas tienen la posibilidad del anonimato, y saben que no habrá repercusiones, dicen y hacen lo que quieren.
Muchos padres han informado que la aplicación se ha convertido en una nueva plataforma para el acoso cibernético. Sin embargo, en la columna NY Mag 's Select / All, donde se habló del tema en profundidad, no recibió ningún mensaje negativo.