Durante el verano, las altas temperaturas pueden afectar las condiciones de los productos de maquillaje, por lo que es necesario conservarlos adecuadamente.
Los cosméticos están formulados para preservar sus condiciones óptimas a temperatura ambiente lo máximo posible. Ana Ugidos, farmacéutica creadora de Bioxán, dice que lo mejor es almacenarlos en un lugar fresco y seco en el que la temperatura esté entre 18 y 25 grados.
Las bases de maquillaje, labiales y aceites se conservan mejor sin frío para no alterar su estado ni activos. Son susceptibles a solidificarse y todas ellas están formuladas para la temperatura corporal de la piel, por lo que las bajas temperaturas podrían modificar su viscosidad.
Y tampoco deben exponerse a un foco directo de calor como puede suceder, por ejemplo, si están en la bolsa de la playa. Solo las cremas solares están preparadas para soportar el calor. En el resto de cosméticos puede romperse la formulación al recibir mucha temperatura. Cuando sale el agua del producto antes que la propia crema, es que se ha cortado, del mismo modo que ocurre con la leche.
Cyrille Telinge, creador de Novexpert, asegura que si el calor es bastante alto, las vitaminas, salvo que se hayan encapsulado, pueden no resistir y "el colágeno a 37 grados puede transformarse en una especie de jalea que puede no ser eficaz para la piel y los aceites omega 3 y los extractos vegetales antioxidantes pueden resistir al calor pero no a la luz ni al oxígeno".
Todos los cosméticos y cremas se pueden meter en la heladera,aunque la mayoría están preparados para mantenerse a temperatura ambiente. Lo importante es que se conserven a una temperatura constante, sin cambios bruscos.
En cuanto a los cosméticos caseros naturales o ecológicos, sin conservantes, como el aloe vera puro o aquellos con los que se busca conseguir un efecto refrescante inmediato, funcionan mejor si se conservan en frío. Son más eficaces para activar la circulación y reafirmar la piel.