Los recién casados obtuvieron un permiso excepcional para casarse en el ayuntamiento, con la condición de usar guantes y barbijos a raíz de la pandemia que envuelve al mundo.
Mirco Milella y Antonietta Bevilacqua lograron casarse por civil en Ancona, Italia, en medio de las medidas impuestas por el gobierno.
Las fotos del particular evento se volvieron virales porque tanto el matrimonio, como los dos testigos y el fotógrafo tuvieron que usar los materiales sanitarios necesarios como prevención.
Sin querer romper la tradición que conlleva esta unión les permitieron a Mirco y Antonietta sacarse los guantes para el intercambio de los anillos y los barbijos para el beso.
Italia prohibió todo tipo de reuniones y manifestaciones con la intención de detener la propagación del virus, que causó la muerte de más de 3400 personas solo allí.