Las famosas mascarillas negras que están causando furor están hechas nada más y nada menos que de carbón vegetal. Y es que gracias a su gran lista de propiedades se han convertido en el ingrediente de moda sobre todo para las rutinas de belleza.
Entre sus tantos beneficios se cuenta sus cualidades antinflamatorias y también como un importante aliado para calmar o aliviar las infecciones en la piel. Sin embargo, lo primero que debes saber es que cuando hablamos de carbón vegetal no son referimos precisamente al mismo que se usa para hacer una rica carne a la parrilla.
Este carbón es el resultado del calentamiento en ausencia de aire de madera de haya, cáscaras de coco, pino, eucalipto y sauce. Por esta razón el carbón usado para la cosmetología se llama carbón vegetal activado.
Entre sus características está que precisamente después de pasar por ese procesamiento que sirve para potenciar sus poderes de absorción, este carbón se torna con una buena cantidad de poros cuya función en absorber y acabar con las toxinas.
Si lo deseas usar para desintoxicar la piel, debes saber que tras su aplicación acaba con el aceite que abruma a las pieles grasas y también a las que padecen producto del acné. Otra de sus funciones es acabar con los puntos negros, las espinillas y elimina la visibilidad de los poros, por ello es que se hablar que descongestiona la piel, que queda mucho más luminosa y fresca.
Y, por raro que parezca, este carbón vegetal activado se usa para blanquear los dientes. Por ejemplo hay algunas empresas como Carbón Coco que se ha dado a conocer en las redes sociales gracias a sus productos elaborados con este producto y que es usado para la higiene bucal con resultados comprobables.