Este sábado por la tarde, el mundo del espectáculo quedó de luto con la noticia de la muerte de Alberto Martín, a los 81 años. El reconocido actor, que llevaba varios días internado, falleció tras una dura pelea contra una enfermedad terminal que lo había llevado a una situación crítica.
Con una trayectoria que atravesó el cine, el teatro y la televisión, Martín supo ser un galán indiscutido en los años ’70, cuando reventaba boleterías y despertaba pasiones que se reflejaban en cartas y misivas enviadas a los canales de televisión.
Su última aparición pública fue en 2024, en Mañanísima, el programa que conducía Carmen Barbieri por eltrece, donde sorprendió mostrando sus dotes culinarios. Sin embargo, en el último año se había mantenido alejado de los medios.

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ASÍ FUERON LOS INICIOS DEL GALÁN
Criado en José León Suárez, junto a sus padres y dos hermanas, Martín dio sus primeros pasos en un concurso de belleza, que ganó con apenas 18 años. Ese triunfo lo llevó a debutar en las fotonovelas, primero en revistas argentinas y luego en Fotovisión, un suplemento dominical del diario El País de Montevideo.
Decidido a profesionalizarse, estudió actuación con la prestigiosa maestra austríaca Hedy Crilla, y debutó en la pantalla chica en Canal 7, compartiendo escena con figuras como Raúl Rossi, Leonardo Favio y Rodolfo Ranni.
En la década del ’70 alcanzó su mayor popularidad gracias a tiras como Me llaman gorrión, donde interpretó a un galán romántico que enamoraba a millones. Compartió pantalla con Beatriz Taibo, Nora Cárpena y Leonor Benedetto, y más tarde se convirtió en el padre de ficción de estrellas como Andrea del Boca, Lorena Paola y Natalia Oreiro.

Hijo de un albañil, Martín siempre valoró sus orígenes humildes. A los 27 años, gracias a la ayuda de su amigo y maestro Luis Sandrini, pudo comprarle una casa a sus padres. El propio Sandrini lo aconsejó mudarse junto a su familia de San Martín a Martínez, un cambio que marcaría una nueva etapa en su vida.
Alberto Martín no solo fue un galán de pantalla: fue un artista con una trayectoria sólida y variada, que dejó huella en varias generaciones. Su partida enluta al espectáculo, pero su recuerdo permanecerá en cada personaje, cada historia y cada corazón que conquistó con su talento y carisma.