En marzo de este año, Jorge y Elizabeth Ferreti, 67 años los dos y oriundos de San Andrés de Giles, cumplieron 41 de casados. Y para celebrarlo, en febrero se embarcaron en un crucero que los llevó hasta Punta Cana para vivir un viaje soñado.
Pero la tragedia los encontraría apenas regresaron a la Argentina, el 13 de marzo, cuando el país ya estaba en alerta por la propagación del coronavirus. “Nos pedían a todos los que habíamos viajado al exterior que estuviéramos aislados. Cuando llegamos a casa, esa misma noche, a Elizabeth le subió la fiebre a 40 grados”, le contó Jorge a la revista Gente.

El hombre recordó que al día siguiente su compañera fue trasladada en ambulancia al Hospital Municipal de San Andrés de Giles, donde le hicieron los primeros estudios y los mandaron a analizar al Malbrán. La mujer estuvo cuatro días con fiebre alta y a los pocos días su marido también empezó a levantar temperatura. Hasta que, finalmente, los reactivos les dieron positivo a los dos: tenían coronavirus.
Durante los primeros cinco días siguieron un tratamiento con antibióticos y antivirales. Pero mientras Jorge respondía bien, a Elizabeth no le podían bajar la fiebre. “Cuando empezó a empeorar la intubaron, le pusieron suero, la derivaron a terapia intensiva y sus pulmones empezaron a fallar”, explicó el hombre, que ya está recuperado del virus pero que aseguró que no puede con la tristeza de haber sobrevivido solo él.
“Cuando empezó a empeorar la intubaron, le pusieron suero, la derivaron a terapia intensiva y sus pulmones empezaron a fallar”.
Lamentablemente, la mujer, que tenía antecedentes de enfermedades respiratorias, murió el sábado 21 de marzo por una falla multiorgánica. “No me pude despedir de ella, ni abrazar a mis hijos. Me enteré de la noticia por el llamado telefónico de uno de ellos. En ese momento yo me sentía mejor y quería salir corriendo para poder estar con ellos... Pero no pude”, relató Jorge.
El hombre contó que su esposa sufrió mucho esa semana de internación e indicó que piensa que a lo mejor él pudo resistir al Covid-19 porque todas las semanas hacía 30 kilómetros en bicicleta; de San Andrés a Luján.
“No me pude despedir de ella, ni abrazar a mis hijos. Me enteré de la noticia por el llamado telefónico de uno de ellos".
¿Cómo cree Ferreti que se contagiaron? En el crucero, donde los dos tuvieron “mucho contacto con italianos y españoles”.
“Lo más triste fue haber salido solo, sin mi esposa. Aún no me recupero de ese dolor. No quiero hablar más. Me ven como un sobreviviente pero me duele mucho haber salido de esta solo”, cerró, desde su aislamiento.