Tener una bella sonrisa también pasa por el cuidado de los dientes para que estén blancos y sanos. Para ello, lo primero y más importante es cepillarse correctamente y tres veces al día.
Una buena opción para asegurar que se invierte el tiempo necesario, es tener un cepillo eléctrico de cabezal medio porque los cabezales duros pueden dañar el esmalte. Además no se debe olvidar el uso del hilo dental.
En cuanto a los alimentos es importante no abusar de los cítricos o ácidos. Los limones, naranjas, tomates, vinagres o alimentos encurtidos pueden afectar el esmalte y hacer que la dentina -la capa que está debajo el esmalte- quede más expuesta a los ácidos que se ingieren.
Las bebidas y alimentos oscuros, sobretodo si están calientes y son pegajosos -como el chocolate, la salsa barbacoa o el dulce caliente-, pueden oscurecerlos porque las altas temperaturas hacen que se adhieran más a los dientes.
También es recomendable beber mucha agua y masticar chicle sin azúcar para que la boca siempre esté mojada. La saliva y el agua hacen una barrera protectora que evita que los alimentos estén en contacto directo con los dientes.
Gwyneth Paltrow puso de moda los enjuagues con aceite de coco, que son antibacterianos, antivíricos y blanqueadores pero no sustituyen el cepillado. Basta con mojar cepillo en el aceite, tras la higiene bucal diaria y frotar ligeramente todos los dientes con él.
Hay que tener cuidado con los dentífricos blanqueadores porque las pastas blanqueadoras y los geles que se venden en farmacias no son recomendables. Estos no disponen de la concentración efectiva para realizar un correcto blanqueamiento, advirtió el Dr. David González Zamora, de la clínica Smilodon. Además “al ser abrasivas, si las usas durante mucho tiempo, desgastarás el esmalte, que es la capa protectora del diente y la que le da el color más claro”, agregó.