El Mundial de Rusia 2018 será la edición número 21 de una Copa del Mundo, competición que a lo largo de la historia ha logrado sumar un total de 2.379 goles que han sido celebrados de manera distintas; sin embargo, hay algunos festejos que han pasado a la historia por su originalidad.
Uno de los más recordados fue la celebración del delantero brasileño Bebeto a los cuartos de final del Mundial de Estados Unidos 1994 en el que Brasil enfrentó a Holanda. El jugador anotó el 2-0 a favor de la canarinha y se le dedicó a su hijo recién nacido simulando que estaba acurrucando a un bebé con sus brazos, una celebración a la que se unieron sus compañeros Romario y Mazinho.
El baile del camerunés George Milla en el banderín del córner es uno de los recuerdos que dejó el Mundial de Italia 1990. El delantero aprovechó un error defensivo de Colombia en los octavos de final para anotar un gol que provocó una celebración que quedó patentada.
El grito y la cara del italiano Marco Tardelli al anotar en la final del Mundial de 1982 frente Alemania es una de las celebraciones más emotivas que se han registrado. El defensor culminó una gran jugada de toques y su expresión corporal transmite que no podía creer que había sido el encargado de definir aquel partido que le dio el título a Italia.
El delantero Julius Aghowa también es recordado no solo por su capacidad goleadora sino también por su habilidad atlética, luego de celebrar contra Suecia en el Mundial de 2002 con nada más y nada menos que con siete mortales hacia atrás.
La última celebración de nuestra lista es la del último gol en los Mundiales de Diego Armando Maradona ante Grecia en el Mundial de Estado Unidos 1994. El “10” mandó el balón a las redes y se acercó a una cámara para gritarlo a todo pulmón.