El Consejo del Consumidor de Noruega realizó un estudio en pleno contexto de los escándalos por la filtración de información privada de los usuarios, como el caso de Cambridge Analytica.
En el informe se concluyó que estos patrones manejados por las líderes en la creación, desarrollo e investigación tecnológica como Google, Microsoft y Facebook, representan solo una “ilusión” para los usuarios en el control de su privacidad.
Esto en un panorama en el que las empresas están presionadas a mostrarse mucho más transparentes con respecto a sus políticas de privacidad.
En este sentido, en el reporte se refleja que realmente estas compañías colocan trabas para dificultar la protección de la privacidad de los internautas. Claramente, estas grandes tecnológicas alegaron que por el contrario, la privacidad del usuario es un aspecto fundamental para sus compañías.
No obstante, en el informe se afirma haber comprobado en los exámenes y análisis efectuados entre los meses de abril y mayo del presente año, que las compañías cuentan con “patrones oscuros” que alejan a los usuarios de proteger su privacidad de una sutil forma.
De acuerdo con el Consejo del Consumidor de Noruega, esto se logra a través de medios ingeniosos como el uso de una redacción capciosa o una configuración preestablecida que el usuario normalmente pasará desapercibida.
Entre los aspectos encontrados por el Consejo están la existencia de procesos complicados para los usuarios que deseen tener una mayor privacidad. Además de que obligan a los internautas a que decidan entre las opciones de rechazar en su totalidad algo por lo que perderían cualquier beneficio existente o aceptar todos los términos sin ningún control en ellos.
Igualmente, se encontró que no existen suficientes alternativas para posponer las decisiones de los usuarios y como otro de los parámetros frecuentes, está la amenaza de pérdida o eliminación de la cuenta que posean si no se seleccionan algunas configuraciones.
Es así como estas medidas que imponen las compañías tecnológicas alejan a los internautas de alcanzar niveles de protección de seguridad que resulten realmente beneficiosos para ellos, lo cual se traduce evidentemente en acciones no éticas por parte de las compañías.