Barry Cox, neozelandés de 73 años, tuvo un gran sueño: crear una pequeña iglesia en una amplia zona de su magnífica propiedad y lo cumplió, aunque no como esperaba en un principio.
De acuerdo a la información del magazine NZ House & Garden, Cox construyó esta singular estructura en los lujosos jardines de su vivienda, localizada en Waikato, Nueva Zelanda, y diseñada originalmente como un lugar de interés y admiración.
“En mis viajes por el extranjero, en especial por Europa, me inspiré a crear una iglesia antigua que fuese de piedra. No fue fácil conseguir los materiales adecuados, así que pensé en usar otros recursos naturales: árboles”, confesó Cox.
Para esta estructura, se apoyó en varios tipos de árboles: Aliso de Hoja Cortada para el techo, Leptospernum o Brillo de Cobre en las paredes, Lazo Negro Camelia, y Thuja Pyramidalis.
En cuanto a los jardines, el hombre mantuvo una selección de Maples, Ginkgos, Hayas, Álamos, Nyssa, entre otros, que adornan y enfatizan los espacios.
“La construcción tardó, pero valió la pena. En el 2015 decidí abrir la iglesia al público por unos días. Ahora las personas vienen a visitarnos, hacen sus eventos acá o se casan. Es un sitio que les da placer visual y la oportunidad de tomar unas hermosas fotografías”, reveló el neozelandés.
Este año, la iglesia de árboles seguirá abierta hasta el 31 de marzo. El horario público es de 10:00 a las 16:00, sin reserva. Si por el contrario desean realizar un evento de mayor tamaño, se debe acordar el día y costo con Administración.
La entrada general es de 15 dólares por persona y no se admiten menores de 12 años sin consulta previa. "Fue un proyecto muy personal. Lo construí para mí. Se suponía que era mi retiro de la sociedad, pero ahora todos pueden disfrutar de su belleza y eso me emociona. Es parte de un legado", finalizó Cox.