Sin precedentes. Así consideró la Justicia de Inglaterra al caso de un hombre de 41 años, oriundo de Londres, que demandó a sus padres para reclamarles sustento de por vida.
Según argumentó Tim Amos, abogado del demandante, cuyo nombre no trascendió, dichos padres habían convertido a su cliente en una persona “muy dependiente”. Lo que sí trascendió es que el hombre que inició la demanda es una persona que en los últimos años sufrió alteraciones mentales.
“Tiene varias dificultades y discapacidades de salud mental y ha estado desempleado desde 2011”, confesó el letrado. También que vive en Londres (sus padres en Dubai) y que pese a su demanda, el sujeto cuenta con un título en historia moderna, es abogado calificado y tiene una maestría en impuestos.
El fallo de James Munby, juez de la Corte Suprema inglesa, fue contundente: desestimó el caso, ordenó al demandante que pague a sus progenitores la suma de 77.000 dólares para cubrir las costas legales y hasta le denegó el permiso para apelar. “Un hijo adulto no debería poder llevar a sus padres a los tribunales para obtener financiación”, sentenció el magistrado.