La obesidad es un trastorno caracterizado por niveles excesivos de grasa corporal, que en la mayoría de los casos está asociado a la aparición de otras enfermedades crónicas como diabetes, dislipemia, hipertensión arterial, hiperuricemia accidentes, cerebro-vasculares, alteraciones venosas y respiratorias, entre otras patologías que disminuyen la esperanza de vida, sobre todo en adultos jóvenes.
El problema se presenta cuando las personas que padecen exceso de peso a temprana edad, no se les corrige a tiempo y posteriormente se convierte en obesidad mórbida; indudablemente la más peligrosa que existe. Y es que este trastorno no sólo es un problema estético o social sino que se ha convertido en una pandemia crónica que sufre el mundo entero, aún sin control.
Está comprobado, según estudios, que las personas con obesidad o exceso de peso, tienen una fuerte adicción por el consumo excesivo de comida chatarra; siendo ésta una condición asociada a un bajo nivel socioeconómico o incluso a un contexto genética u hereditario.
También esta patología se puede desencadenar de un problema psicológico- emocional, sobre todo cuando la persona se percibe a sí misma de forma negativa, lo que la conduce a la inseguridad, depresión y transtornos de ansiedad.
Para precisar un poco más los profesionales en el área, han clasificado dos tipos, según la distribución de la grasa corporal:
Obesidad androide: se localiza en la cara, cuello, tronco y parte superior del abdomen. Es la más frecuente en varones.
Obesidad ginecoide: predomina en abdomen inferior, caderas, y glúteos. Es más frecuente en mujeres.
Un dato adicional sobre este preocupante tema es que mediante estudios desarrollados por la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, Argentina tiene la segunda tasa más elevada de sobrepeso en menores de 5 años de toda América Latina y el Caribe.
En este sentido se deben promover y desarrollar cambios en el estilo de vida, por ejemplo seguir una dieta más saludable y hacer ejercicio diariamente, para crear buenos hábitos que ayuden a quemar grasa corporal de forma progresiva.
Asimismo los expertos aconsejan realizar un mínimo de cinco ingestas de alimentos al día en raciones reducidas, así como crear un patrón alimentario parecido a la dieta mediterránea, bajo en grasas y rico en frutas y verduras.