Como futbolista, David Beckham lo tenía todo: el aspecto, la esposa exitosa, la familia, los trajes elegantes y las ofertas de dinero. Pero con sus botas colgadas, las ganancias continúan creciendo. Así que, ¿cómo ocurre esto?
Según Forbes, el jugador que tras 834 juegos, 146 goles, algunas tarjetas rojas de alto perfil y retirado oficialmente en 2013, pudo reportar 48 millones de libras esterlinas convirtiéndose en el segundo deportista retirado mejor pagado del mundo, detrás del multimillonario Michael Jordan.
Con activos comerciales en moda, bebidas, ocio y una franquicia deportiva en desarrollo, pudo fácilmente romper la marca de los 100 millones de dólares en el 2015, a pesar de no haber pateado una pelota competitivamente desde que dejó esa cancha en París.
“Fui futbolista durante 22 años, pero el éxito también me había creado algo fuera del campo. Este es un pasaje de mi vida en el que voy al mundo de los negocios. Es un tipo diferente de emoción para pisar el terreno de juego. Nada lo reemplazará o puede reemplazarlo”, expresó en su momento Becks.
Tratos lucrativos con marcas exitosas han respaldado al ex futbolista, como Emporio Armani Underwear con su esposa Victoria, Jaguar y Adidas. El ex capitán de la selección de Inglaterra fue siempre un maestro manipulador de la imagen, sea en sus celebraciones de goles o simplemente con un look provocador.
Retirarse del deporte profesional fue solo el siguiente paso en su viaje, y ahora le permite explorar sus ambiciones empresariales, desviando la atención de los endosos familiares (dos décadas con Adidas, por ejemplo) a empresas expansivas en nuevos mercados.
“Su personalidad representa madurez, un hombre que ya puede mirar hacia atrás en una carrera ilustre. Él puede interpretar la figura paterna, su apellido es ahora intrínseco en el mundo de la moda y sus hijos se están convirtiendo en celebridades por derecho propio. A medida que crecen, también lo hará el legado de David”, opinó Paul Smith de la página Repucom.
Es toda una máquina global de hacer dinero, con una idea definida de su propia marca y un equipo cuidadosamente seleccionado a su alrededor. Cada acción que tome será una estrategia. Todavía no es Richard Branson, pero David Beckham es un hombre con un plan.
Ya sea que se trate de automóviles, aerolíneas o algo inesperado, lo más probable es que sea otro triunfo para el hombre que salió de la cancha de París en lágrimas. La jubilación, en sus propias palabras, ha sido “divertida”… y con más de 130 millones de dólares en ganancias, no lo ponemos en duda.