Uno de los cosméticos más utilizados es la máscara de pestañas. Algunas mujeres solo la usan en las pestañas superiores, pero la verdad es que su efecto en las inferiores también puede ser muy positivo.
Este producto puede hacer mucho por el "efecto buena cara", incluso más que un corrector de ojeras. Aunque la afirmación puede parecer exagerada, no es así. La máscara de pestañas tiene un poder lifting indudable que la convierte en un elemento imprescindible para cualquier tipo de maquillaje. Ayuda a abrir y despejar la mirada, de forma que el efecto general será de refrescamiento, especialmente cuando solo se maquillan las pestañas superiores.
“Así se consiguen unos ojos naturales más levantados y abiertos”, afirmó María José García Quero, directora de educación de Bobbi Brown Iberia. Pero, teniendo en cuenta la cantidad de máscaras que existen actualmente, pocas personas pueden dudar que el efecto abanico, casi de pestañas postizas, más o menos naturales, es uno de los más buscados.
“En ambos casos, el truco es aplicar la máscara desde la raíz hasta la punta”, sostuvo la maquilladora. Y ese es uno de los trucos básicos para alargar y engrosar al mismo tiempo, pero también es importante estar atentas a la formulación y a las características del cepillo. Eso y, quizás, que la máscara no esté recién abierta porque puede tardarse unos días en controlarla a la perfección.
Además, como explicó Maite Tuset, Senior Artist de MAC, dependiendo de cómo sean las pestañas y del efecto que se quiera conseguir, la máscara que lleva un tiempo abierta puede trabajarlas mejor.
Teniendo esto en cuenta, quizás sea buena idea dedicarle un poco más de tiempo a la máscara de pestañas que al corrector de ojeras. Hay que tomar en cuenta la fortaleza, grosor y longitud de las pestañas para decidir qué tipo de trazo es el más adecuado para hacerlas lucir de la mejor manera.