La empresa norteamericana Amazon abrirá oficialmente las puertas de su primera tienda automatizada, llamada Amazon Go, desde este lunes en Seattle, Estados Unidos. El local está ubicado justo al lado de su sede principal.
Para que se cumpliera este gran proyecto debieron pasar unos cuantos meses, sabiendo que el local que desarrollaron en China se había adelantado considerablemente a la programación de su agenda de trabajo.
Sin importar ese inconveniente, ya Amazon Go está preparada para mostrarle a sus clientes los beneficios de las innovadoras tiendas de conveniencia automáticas.
Lo extraño -si puede decirse- es que en ese tipo de establecimientos no es requerida la contratación de personal, puesto que toda el área está cubierta por máquinas. Quienes deseen comprar en Amazon Go, sólo deben entrar a la app de la compañía desde su dispositivo móvil, y escoger los productos que decidan llevar consigo.
La reportera del portal CNET, Shara Tibken, comentó un poco sobre su experiencia haciendo compras en esa sofisticada tienda.
“No tuve que interactuar con nadie, no tuve que esperar, no hubo filas. Me dirigí a la sección de bebidas frías, tomé un refresco y salí del sitio. Ni una sola vez saqué mi billetera, ni toqué mi teléfono en ningún lado para hacer un pago”, reveló Tibken.
Eso fue posible por todas las cámaras del local, que capturan los productos que adquieren los clientes. El costo total de la compra se cobra de inmediato en la cuenta Amazon personal. El único paso necesario para cumplir el proceso, es identificarse en la entrada como un cliente de la compañía.
“Nuestro plan siempre fue hacer algo para que cualquier persona pudiese entrar al lugar, tomar lo que quisiera e irse sin problema. Nos enfocamos en lo rápido y conveniente. Llevarse un almuerzo rápido, algo para hacer la cena en casa, o quizás unas bebidas, un snack”, destacó la vicepresidenta de Amazon Go, Gianna Puerini.
Aunque resulta atractivo un mundo donde tiendas como esa podrían expandirse, sin que haya colas o largas esperas para cancelar los productos, vale preguntarse si eso reduciría la tasa de empleos en su área.
“Para estas tiendas empleamos el mismo número de personas que estuviese en cualquier otro local común. Pero, acá no vemos cajeros, sino personas encargadas de colocar nuevos productos y preparar comidas que son previamente escogidas por los usuarios”, dijo Puerini a la prensa.
¿Qué les parece entonces este abreboca, de lo que sería el futuro de las tiendas de compras?