El horno microondas se usa todos los días, pero casi nunca se limpia como corresponde. Entre las salpicaduras, el vapor y los restos de comida, con el tiempo se acumulan grasa y malos olores. La buena noticia es que mantenerlo impecable no requiere productos especiales ni horas de trabajo: solo se necesita un ingrediente natural que casi siempre está en la heladera.
En muchos hogares argentinos, el microondas se volvió indispensable para calentar la comida, descongelar o preparar algo rápido. Pero también es uno de los aparatos que más se ensucia y, si no se limpia seguido, puede afectar el sabor de los alimentos e incluso generar malos olores en toda la cocina.

Por eso, este truco casero se volvió viral: funciona en apenas dos minutos, no usa químicos y deja el interior del horno brillante, sin esfuerzo.
El truco del limón: limpieza rápida y natural
El método consiste en aprovechar el vapor y las propiedades desinfectantes del limón. Solo se necesita:
- 1 limón
- Un recipiente apto para microondas
- 200 ml de agua
Primero, se corta el limón al medio y se exprime dentro del recipiente con el agua. Luego, se agregan también las mitades exprimidas y se lleva todo al microondas. Se calienta a máxima potencia durante dos o tres minutos, hasta que el vapor empañe la puerta del horno.
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Ese vapor hace que la grasa y la suciedad se ablanden, mientras el limón neutraliza los olores y deja un aroma fresco. Una vez que termina el tiempo, se deja reposar el recipiente dentro durante un minuto más, sin abrir la puerta.
Finalmente, se retira el recipiente (con cuidado porque puede estar caliente) y se pasa un trapo seco o una servilleta de papel por todo el interior. La grasa sale sola y las paredes quedan limpias y brillantes.
Por qué funciona: la ciencia detrás del truco para el horno microondas
El vapor de agua caliente actúa como un ablandador natural de residuos. El ácido cítrico del limón, por su parte, ayuda a disolver la grasa y tiene propiedades antibacterianas y desodorantes. La combinación de ambos genera un efecto doble: limpia y desinfecta sin dañar las superficies internas del microondas.

A diferencia de los limpiadores industriales, este método no deja residuos químicos que puedan entrar en contacto con los alimentos. Además, es ideal para quienes buscan opciones sostenibles o tienen sensibilidad a los productos con fragancias artificiales.
Un beneficio extra es que este mismo procedimiento puede usarse para limpiar otros electrodomésticos, como hornos eléctricos o pavas eléctricas (en ese caso, se debe enjuagar muy bien después del proceso).
Alternativas naturales igual de efectivas
Si no hay limón a mano, se pueden usar otros ingredientes caseros que también funcionan muy bien:
- Vinagre blanco: ayuda a eliminar la grasa y los olores. Se puede usar puro o mezclado con agua en partes iguales.
- Bicarbonato de sodio: ideal para manchas persistentes. Se mezcla una cucharadita con agua hasta formar una pasta, que se aplica con una esponja.
- Cáscaras de naranja o pomelo: al calentarlas en agua, desprenden aceites naturales que limpian y perfuman.
Cada una de estas alternativas ofrece una limpieza efectiva sin recurrir a productos industriales ni gastar de más.
Un hábito fácil para mantenerlo siempre limpio
Una vez que el microondas está limpio, conviene repetir este método una vez por semana o después de calentar comidas que suelen salpicar, como salsas o guisos. También se recomienda dejar la puerta abierta unos minutos después de cada uso, para evitar la condensación de humedad.
Incorporar este pequeño hábito ayuda a prolongar la vida útil del aparato y mantenerlo higiénico sin esfuerzo.



