En uno de los momentos más emotivos de Cuestión de Peso, El Vikingo, uno de los participantes más queridos del programa que conduce Mario Massaccesi por eltrece, no pudo evitar quebrar en llanto al contar el sufrimiento que vivió durante su infancia por su sobrepeso.
Con lágrimas en los ojos, relató con crudeza lo que atravesó desde muy pequeño: “La escuela primaria fue muy difícil para mí. Era gordo y alto, y eso me trajo muchas burlas”, comenzó diciendo el participante, visiblemente conmovido.
La dureza de sus palabras expuso el peso que aún carga: “A mí la ropa no me entraba y más de una vez he roto sillas. Y es doloroso porque lo hacés adelante de 100 pibes. Y los 100 pibes se te ríen en la cara”, expresó.

Asimismo, el Vikingo aclaró que no guarda rencor, pero sí le quedaron heridas que no cierran: “No es maldad de ellos. Simplemente son chicos, pero yo también lo era. Tenía 10 años y mi cuerpo era de un adolescente. Jugaba a lo bruto y siempre me dejaban solo”.
“Tenía una tía que era muy obsesionada con el peso. Hasta una vez me llegó a pegar porque no bajé lo que ella quería. Tenía 8 años. Yo creo que fue la primera vez que recuerdo haber mentido sobre mi peso. No merecía eso”, confesó, con lágrimas en los ojos. Y cerró, a flor de piel: “Cada maltrato es una piedra más. Y no importa cuántos kilos baje. Es una mochila que llevo toda mi vida. Es una tristeza que los demás no ven”.
El Vikingo: “Cada maltrato es una piedra más. Y no importa cuántos kilos baje. Es una mochila que llevo toda mi vida. Es una tristeza que los demás no ven”.
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LA TRISTEZA DE JOSÉ TRAS QUEDAR ELIMINADO DE CUESTIÓN DE PESO: “NO ME LO ESPERABA”
El estudio de Cuestión de Peso se llenó de aplausos, lágrimas y abrazos luego de que José, uno de los participantes más queridos del programa que conduce Mario Massaccesi por eltrece, quedara eliminado por apenas 600 gramos.
“La verdad, no lo esperaba”, confesó el joven, visiblemente triste. E intentó sobreponerse a este inesperada resultado: “Después del miércoles estuvimos trabajando un montón. Hicimos todo para llegar bien, tenía confianza”.
José venía de una semana intensa, donde había logrado bajar más de 3 kilos en solo dos días con dieta líquida, para evitar una eliminación anticipada. Pero este nuevo pesaje fue un balde de agua fría ya que le faltaron apenas 600 gramos para continuar en carrera y quedó automáticamente fuera del ciclo.

A pesar de la tristeza, José no bajó los brazos y pidió continuar su tratamiento en forma ambulatoria: “Como dijo Sergio (Verón), si uno realmente quiere seguir, la única salida es la clínica. Así que sí, voy a seguir viniendo, hacer las consultas, y seguir encaminado para llegar algún día al alta”.
José: “Valoro todo lo que me dieron. Lo voy a recordar siempre. Esto fue un balde de agua fría para mí, no me lo esperaba ni un poco”.
Antes de despedirse, José agradeció a sus compañeros y al equipo por el cariño recibido: “Valoro todo lo que me dieron. Lo voy a recordar siempre. Esto fue un balde de agua fría para mí, no me lo esperaba ni un poco”, cerró.