El ingreso de Leopoldo Luque a los Tribunales de San Isidro, donde se realiza el juicio por la muerte de Diego Maradona, estuvo marcado por las piñas que intercambió el principal acusado.
En una mañana de frío y lluvia, el neurocirujano se acercó a paso firme cubierto por sus gafas de sol, y se ofuscó ante las preguntas de los periodistas.
Con esa actitud hostil y apurado por ponerse a resguardo de la tormenta, el campeón de fisicoculturismo avanzó desafiante y sin emitir comentarios respecto de la posibilidad de que se beneficie por la suspensión del juicio.

De hecho, el neurocirujano imputado tiró más de un manotazo cuando los periodistas hacían el ademán de detenerlo para que de un breve testimonio a las cámaras.
EL MOMENTO DE LAS AGRESIONES

Así fue que, una vez llegado a la explanada de los tribunales, recibió gritos de “asesino”, “forro” y demás vituperios.
Hasta que Leopoldo Luque fue alcanzado por un banderazo en la cara, y luego un puñetazo, que devolvió sin contemplaciones, para luego traspasar la puerta de vidrio y seguir su camino a la sala donde se desarrolla el juicio por la muerte de Diego Maradona.
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