Quince minutos después de despegar, la trampilla de equipaje de la avioneta donde viajaban el piloto Steven Le Van, de 28 años, y su mujer, se abrió y se separó de la bisagra enganchándose de alguna manera una pieza de metal entre la horquilla del elevador y la superficie principal restringiendo el libre movimiento de los controles de vuelo.
La pareja se dirigía de Charlton Park a Fairoaks, en Reino Unido, en el que era su segundo vuelo del día, cuando la trampilla de equipaje se abrió a 2.100 pies de altura.
Una vez finalizado el accidentado viaje, la pareja salió del avión para observar los daños causados al avión, todo desde la seguridad de estar tierra firme.
Fuente: DPA.