En 2017 Netflix pudo competir por la Palma de Oro con Okja y The Meyerowitz Stories, pero ninguna de las dos se llevaron el premio. Pero eso no fue todo: para la edición de este año el Festival de Cannes fue enfático e hizo referencia a que solo las cintas que se hayan distribuido en las salas de cine de Francia podrán optar por tan prestigioso premio.
Tal decisión llevó a la plataforma audiovisual a retirar todas sus cintas del famoso festival y aunque existen rumores de que Netflix podría llegar a incluso boicotear la ceremonia, el director del Festival de Cannes, Thierry Frémaux, ha intentado acabar con estos indicando que la reconocida plataforma siempre será bienvenida. “No tenemos ningún conflicto”, dijo, pero eso no ha bastado para que cesen los titulares sobre la batalla que libran entre ambas.
Pero esa no es la única polémica desatada en torno al festival. También lo es la baja participación de obras firmadas por mujeres, pues de lo 18 filmes que compiten en esta edición solo tres pertenecen a mujeres, estos son Lazzaro Felice, de Alice Rohrwacher (italiana); Les Filles du Soleil, de Husson y Capharnaüm, de Nadine Labaki (libanesa).
Las selfies también están fuera del festival. Este año quienes osen tomarse la famosa fotografía en la alfombra roja podría correr el riesgo de ni siquiera entrar a la sala.
Además, el privilegio que anteriormente tenía la prensa que incluso desayunaba viendo los filmes a las 8:00 am cuando la gala estaba prevista a las 19:00, ya no se podrá repetir este año, según habría declarado el director del festival.
Frémaux ordenó que los más de 6.000 periodistas que cubren el evento ahora verán las cintas al mismo tiempo que la gala, de manera que sobre todo la prensa escrita no podrían tener los detalles en su edición de papel. Esta afectación también se trasladaría a los medios digitales.