Después de haber intentado arreglarlo por más de dos décadas, un habitante y vecino de la ciudad de Yuzhno-Sajalinsk, en la isla rusa de Sajalín, terminó por otorgarle identidad propia a un charco de agua que parece decidido a no dejar de serlo jamás.
Convertido ya en una atracción turística, este singular espejo de agua se encuentra en la calle Tikhookeanskaya y a diario reune a curiosos visitantes.
Según explica el medio lavanguardia.es desde 1994 los habitantes de esta localidad han visto como el agua se acumula a causa de un pequeño desnivel sin que las autoridades puedan hacer nada al respecto. Es que tras de 25 años el charco sigue allí y los ciudadanos lo han convertido en un símbolo, al punto que muchos influencers acuden en busca de su “pic” con el famoso charco.
Y fue Nikolay quien entonces creó un perfil de Instagram que suma más de16.000 seguidores y que explica en primera persona (como si fuera el charco) todas las novedades. Debido a una reparación temporal -las definitivas llegarán en 2024- parece que el caudal del agua ha bajado, pero cuando llegan épocas de mucha lluvia el charco se convierte en lago.
Fuente: lavanguardia.es