Una enseñanza paterna que caló en el joven Denzel Washington fue la lucha racial en los Estados Unidos. Su compromiso con esta causa llegó al punto de rechazar algunos papeles porque consideraba que inducían al racismo.
En los inicios de su carrera, optó por interpretar a hombres de color que luchaban por sus derechos. Vienen a la mente el soldado que combatía por la libertad de los esclavos en Tiempos de Gloria, el activista por los derechos de los afroamericanos en Grita Libertad y su inolvidable interpretación de Malcolm X.
Su trabajo trasciende la pantalla, logrando contribuir a derribar los muros que separaban a los afroamericanos. Además de su activismo, Washington ha ganado numerosos premios, demostrando la calidad de su trabajo.
Por ello, también es muy riguroso en la selección de sus personajes. Más allá del tema racista, necesita tener fe en el proyecto y saber que no afectará su imagen. Es un hombre familiar, tranquilo, muy religioso y que busca ser un ejemplo para la comunidad.
Cuando toma un nuevo reto profesional, se prepara al máximo, investigando todo lo investigable. Si tiene que hacer de periodista en El informe Pelícano, pasará tres meses en la redacción de un periódico para empaparse de la dinámica. Si su papel es de boxeador, como en Huracán Carter, se entrenará como un luchador profesional y pasará todo el tiempo posible con el personaje real que inspiró la historia de la película.
Este compromiso del que hace gala también es palpable una vez la cámara comienza a rodar. Mientras que la mayoría de las estrellas recurren a un doble para las escenas peligrosas, Denzel prefiere seguir metido en la piel de su personaje incluso cuando el peligro es patente. Preparó e interpretó sus propias peleas en cintas de acción como El libro de Eli o Safe House.