Un joven estadounidense tuvo que interrumpir su estadía universitaria debido al aislamiento social, por lo que decidió pasar ese tiempo en casa de sus abuelos. Una vez allí y con tiempo disponible, Elliot Ryan se animó a cumplir un sueño que tenía de chico: construir su propia montaña rusa.
“Todo comenzó cuando tenía 8 o 9 años. Mi hermano pequeño lo mencionó mientras estábamos en cuarentena y pensé '¿Por qué no?”, le contó Elliot al medio wrex.com. Luego le contó la idea a su abuelo de 83 años y con su apoyo se puso manos a la obra.
“Mi abuelo, cuando se pone algo en la cabeza, lo hace, y yo quería hacer lo mismo”, agregó el joven. Así fue como compró madera, clavos y desde el mes de abril le dedicó muchas horas al armado de la montaña rusa, que estuvo lista en agosto.
Elliot, que estudia para ser ingeniero civil, confesó que fue él el primero en probar la instalación. Luego, le siguió su querido abuelo.
“Fue muy emocionante, probablemente más emocionante de lo que esperaba”, aseguró el hombre, un exmédico de profesión. “Soy un muy joven abuelo de 83 años”, remarcó el hombre, fascinado con la inventiva de su nieto.