El cabello rizado es más seco por naturaleza porque el sebo que produce no fluye tan fácilmente a través de la fibra capilar. Por ello, está menos hidratado y con más frizz.
Para evitar el encrespamiento se pueden seguir algunas sencillas rutinas de belleza. Antes de lavar el cabello, resulta muy efectivo hacer un masaje con la mano y los dedos en el cuero cabelludo para activar el riego sanguíneo.
El agua carbonatada tiene bicarbonato, un ingrediente excelente para aclarar y restaurar la condición del cabello. La clave es enjuagar el pelo con agua con gas después de lavarlo y luego aplicar acondicionarlo.
Los productos más recomendables para este tipo de cabellos son los formulados con base de keratina y ceramidas. Se deben evitar los que tienen base de alcohol, sulfatos, sulfitos y aceites minerales.
Secar el cabello con una camiseta reducirá el frizz y el daño después de cada lavado porque las playeras no son tan absorbentes. Se debe exprimir cuidadosamente el cabello antes de secarlo, pero nunca retorcerlo.
Si se seca con una toalla, es necesario retirar el exceso de humedad presionando suavemente el paño en el cuero cabelludo y posteriormente deslizándolo a lo largo del pelo, eliminando también el exceso de agua que pueda tener. Otra alternativa es hacer un turbante con la toalla y dejarla puesta durante 10 minutos para que el cabello pierda la humedad.
Al momento de desenredarlo debe hacerse de abajo hacia arriba. También ayuda sacudir la cabeza después de la ducha y usar un aceite en seco. Como norma general, los cepillos no deben usarse en el pelo rizado, solo antes de los lavados.
Un dato que no es menor es que ciertos tejidos favorecen el frizz. Por ello es importante mirar la composición de las prendas. Los sintéticos, por ejemplo, llenan la melena de electricidad estática.