La historia de amor entre Kim Kardashian y Kanye West inició como una buena amistad. Ellos frecuentaban el mismo círculo social y se encontraron en after parties en Los Ángeles con algunos amigos comunes y las hermanas de ella.
En agosto de 2011, Kim Kardashian se casó con Kris Humphries en una de las bodas más mediáticas del espectáculo. Toda la ceremonia fue transmitida por televisión en el reality show Keeping up with the Kardashians. Sin embargo, la pareja se divorció solo 72 días después.
Por toda esta situación cuando empezaron los rumores de la relación con Kanye West en 2012, intentaron mantenerla en secreto. En marzo de ese año, ella fue a París para ver el debut de su novio en las pasarelas europeas y el rapero le regaló unos zapatos de su colección para Guiseppe Zanotti que cuestan 6.000 dólares.
Otra de las citas que confirmó que estaban juntos fue una salida al cine para ver The Hunger Games en Nueva York. Ya para agosto de 2012, la relación iba viento en popa mientras Kim seguía su proceso de divorcio de Humphries.
En diciembre de 2012, la pareja sorprendió al mundo cuando anunció que Kim estaba embarazada. "Detengan la música y hagan ruido para la mamá de mi bebé", fue el mensaje que publicó el cantante en su cuenta de Twitter luego de casi ocho meses de noviazgo.
La cigüeña sorprendió a la nueva madre la mañana del 15 de junio cuando llegó su pequeña North, cinco semanas antes de lo previsto. El gran estadio AT&T Park de San Francisco fue el escenario perfecto para que el rapero le pidiera matrimonio a la mujer de su vida en el día de su cumpleaños. La boda se realizó en mayo de 2014 y luego tuvieron a sus hijos Saint y Chicago.