La fangoterapia o terapia de barro es un tratamiento que ayuda a resguardar el balance de la piel por su diversidad de propiedades terapéuticas y cosméticas. La piel es el órgano más extenso del organismo y, por tanto, es la parte más expuesta del cuerpo a sufrir agresiones de forma directa.
Los fangos o barros biominerales vegetales están constituidos por arcillas naturales, componentes orgánicos; oligoelementos, sales minerales, lípidos, proteínas y vitaminas. Son aptos para tratamientos estéticos corporales, faciales y capilares así como también para fines terapéuticos.
Los componentes mineralizantes que posee el barro ayudan a liberar al cuerpo de contracturas musculares, tensiones generales, agotamiento nervioso y alteraciones causadas por estrés. Además alivian los dolores de las articulaciones y músculos y revitalizan el sistema circulatorio. Todo ello influye positivamente en la belleza y salud de la piel.
El barro está recomendado para todo tipo de piel porque no posee agentes agresivos, aunque es excelente para las mixtas y las grasas. Al limpiar los poros hace que la piel respire mejor y algunos de sus nutrientes ayudan a producir colágeno, principal ingrediente para la tersura del cutis.
Además de su capacidad de absorción de toxinas, es bueno para varios problemas estéticos relacionados con la piel, pues hidrata y ayuda a hacer desaparecer las pequeñas imperfecciones, incluidos muchos tipos de manchas. Al estimular la circulación mejora la coloración general de la piel y la deja muy suave y rejuvenecida.
Cuando actúa como tensor al secarse ayuda a mejorar el tono de la piel, habiéndola sometido a un pequeño esfuerzo a modo de estiramiento: da buenos resultados con el acné, erupciones como el sarampión o la varicela, los eczemas o algunas formas leves de psoriasis. La apariencia de la celulitis, las estrías y la flacidez, incluso en el busto, se puede ver muy mejorada con aplicaciones que se complementan con masajes.
Durante el envejecimiento el nivel de los minerales desciende, por lo que es importante obtenerlos de forma exógena mediante una terapia de fango, facilitando su recuperación de para las funciones metabólicas.