Tras una ola de frío que azotó Tasmania el pasado mes de septiembre, Andrew Thomas, diseñador gráfico de 61 años, decidió ir de excursión al Monte Roland, situado cerca del pueblo de Sheffield en el extremo norte de la región Great Westerns Tiers de Tasmania.
Después se dio cuenta de que se trataba de árboles que se habían congelado debido a las gélidas temperaturas de días anteriores y a la gran cantidad de agua que salía de unas rocas situadas sobre la copa de estos árboles.
Fuente: DPA.