Las tendencias en los labiales también han ido cambiando con el pasar de los años. En la década de los 70 se usaban con efecto vinilo; en los ochenta, la exageración del maquillaje trajo los tonos oscuros y las texturas metalizadas.
En los últimos años, los colores mate fueron ganando terreno. Aunque ahora este producto de maquillaje convive en los tres acabados, se pueden distinguir algunos códigos de uso dependiendo de la edad y de las necesidades del rostro.
En los veinte
Las mujeres con una boca de un tamaño normal, con labios que no son ni demasiado finos ni muy gruesos, pueden utilizar prácticamente cualquier acabado. Si los labios son más bien finos, lo mejor es evitar los colores oscuros y los mates. Hay que probar con acabados glossy, en tonos rosados o nude, o con labiales metalizados. Estos destellos provocan un gran impacto luminoso que hará que ganen volumen.
En los treinta
Se pueden utilizar los tonos mate con frecuencia, cuidando que los labios estén bien hidratados para que luzcan mejor. Algunos productos tienen extra de hidratación con elementos como aceites de aguacate, jojoba y girasol para evitar la sequedad de una barra de labios mate tradicional.
Los tonos mate, aunque muy favorecedores, no son demasiado recomendables para mujeres con edad muy avanzada porque acentúan las líneas de expresión que aparecen alrededor de los labios y endurecen las facciones.
En los cuarenta
Los tonos oscuros suelen recomendarse a mujeres muy jóvenes, pero para los rojos y los rosados parece que no existe ninguna limitación de edad. Eso sí, conforme vayas cumpliendo años lo mejor es que elijas texturas cremosas o satinadas para ganar el volumen que suelen quitar los años.
Un acabado vinilo puede ser muy favorecedor, sobre todo si es de larga duración e incorpora ácido hialurónico en su composición. De esta manera, los labios quedan perfectamente esculpidos y suaves en una sola pasada, sin necesidad de trabajarlos demasiado.