El escandaloso anuncio muestra a Paris Hilton en un departamento siendo espiada por un vecino. En ese instante, ella va a la heladera y agarra una cerveza "Devassa" y se la frota por el bello vestido negro que la viste.
Ciertamente no parece un comercial polémico, menos en Brasil, en donde la imagen de bikinis son bastante más fuerte. Pero el tema es que, en aquel país, no se puede promocionar a una cerveza con una mujer que se muestra sexy.
El conflicto comenzó porque varias publicidades de cervezas muestran a chicas en bikini y es innecesario censurar al comercial que realizó Hilton. El argumento es que en la playa, las bikinis es algo normal y aceptado.