En una sociedad en la que la voz y la presencia de la mujer comenzó a tomar fuerza, Natalia Oreiro (41) no fue indiferente al cambio ni a la lucha feminista. En más de una oportunidad, la actriz participó activamente en las marchas del colectivo #NiUnaMenos y se manifestó a favor de la legalización del aborto. Incluso, pocas semanas atrás su nombre recorrió el mundo al asistir a un programa de la televisión estatal rusa con la bandera de la diversidad sexual estampada en su buzo.
Empoderada en su propia historia y comprometida con el otro, Oreiro reflexionó en la revista Gente sobre el feminismo y contó algunas situaciones de incomodidad que vivió al largo de su carrera.
"El actual movimiento de las mujeres viene generando mucho acompañamiento de pares e incluso hombres. Es importante aprender para no volver a cometer los mismos errores y dar por sentadas ciertas cosas. No se trata de dejar a los hombres afuera, se trata de igualdad, de que cambiemos el mundo juntos", manifestó Natalia en la revista, para luego responder si alguna vez se sintió acosada o maltratada.
"Para mí el maltrato es maltrato, no un tema de género. Hay muchos tipos de acoso aparte del físico: el psicológico, el económico. Y sí, me ha pasado y en todos los casos me he defendido".
"Para mí el maltrato es maltrato, no un tema de género. La mujer maltrata al hombre, el hombre maltrata a la mujer… Hay muchos tipos de acoso aparte del físico: el psicológico, el económico. Sí, me ha pasado y en todos los casos me he defendido. Pero yo he tenido las herramientas para hacerlo, y no todas las personas cuentan con ellas. Me cuesta hablar de mí, porque puede sonar a: "Claro, vos lo pudiste hacer porque no tenías miedo de perder el trabajo"… Pero sí, me ha pasado", detalló Oreiro, tras evocar situaciones desafortunadas.
En ese marco, el periodista repreguntó. "¿Cómo se lleva con el piropo callejero?". Fue entonces, que Natalia dejó en claro su incomodidad ante esas expresiones pasajeras. "Nunca me gustó. Ya de chica fui de darme vuelta y contestar, doblando la apuesta con un "fuck you" si me parecía fuera de lugar. Me gustaría que algunos cambiaran el foco. Las formas son importantes. No es lo mismo mandarle a una chica "qué linda sos", que "qué lindo orto tenés". Si me naciera decirle algo lindo a un muchacho, no me surgiría algo parecido. Después está que los hombres empiecen a evitar lo por temor a agredir. Ahí hay un tema. Si alguien se calla porque le genera miedo, arrancamos mal. Me gustaría que, si lo hace, sea porque entiende que puede lastimar al otro, no por la represalia. Yo escucho a hombres expresando: "¡Pero nos están asustando!". Pasa que fueron tantos años de injusticia y desigualdad", remarcó la actriz, esperanzada con la evolución y el cambio.