El verano de 2014 Matías Vázquez se había consagrado ganador de Viviendo con las estrellas, el reality show con el que Marcelo Polino buscaba a la nueva figura del periodismo de espectáculos, y 11 años después ese intrépido muchacho alcanzó la conducción de Puro Show (lunes a viernes 10.30 por eltrece).
Sin embargo, lo que parecía un destino manifiesto, luego de convivir un verano con figuras como Nazarena Vélez o Moria Casán en sus propias casas durante la temporada teatral, se desdibujó al punto que Vázquez se había retirado de la carrera, según el mismo confesó en una entrevista íntima con Ciudad.
Consolidado en su dupla con Pampito en las mañanas de eltrece, hoy Matías celebra: “Alcanzamos los 100 programas, llegamos a una meta y vamos por más. Estoy muy contento de ser parte de este gran equipo, conduciendo junto a Pampito y con un gran panel. Estoy disfrutando la experiencia, el recorrido de un programa que va mutando constantemente con las primicias, con las bombas, con la evolución de las noticias, que es como sentir minuto a minuto que va pasando algo. Eso está buenísimo".
-Cuando arrancaste tu carrera en los medios eras disruptivo, siempre dando la noticia en tono alto y ahora te aplacaste un poco porque tenés otro rol, ¿cómo fue esa metamorfosis?
-Bueno, voy creciendo. Es la madurez emocional que me pide el mismo trabajo. En un principio, yo tenía que golpear fuerte, y fue lo que hice desde mi rol de cronista, que en menos de un año a ser panelista en A la Tarde, y después a Socios del Espectáculo.
Ahí generé impacto porque era lo que me gustaba, el choque constante, ir con la primicia, con la entrevista bomba, y generar ruido. Muchas veces yo veía lo que generaba en la televisión y decía “a la pucha, relajá un poquito”, porque era duro, era ir al choque.
-Hasta que te llegó la propuesta como conductor...
-Cuando llegó la posibilidad de conducir generando una metamorfosis. Primero ir encontrándome desde un rol nuevo, que era conducir en televisión abierta, más allá que yo venía haciendo algo en Canal 26. Era combinar lo picante que yo venía haciendo con un rol más neutral, más cálido, y generar empatía.
-Hacen un buen balance con Pampito, ¿no?
-Sí. Dentro de la conducción que hacemos con Pampito, yo tengo ese equilibrio más para el lado del golpeteo, de la furia periodística. Y es eso, ¿no? Es constantemente darse cuenta que vas como evolucionando.
-¿Cómo fue la experiencia en Viviendo con las Estrellas? ¿Estabas acomodado? Je...
-Nada, en mi vida nada fue acomodado. En mi vida todo fue remo y remo. Me rompí el lomo para poder llegar hasta donde estoy. Y en ese momento, cuando fue la idea de hacer un reality, fue muy de casualidad.
Matías Vázquez“En mi vida nada fue acomodado. En mi vida todo fue remo y remo. La verdad que me rompí el lomo para poder llegar hasta donde estoy”.
-¿Cómo llegaste al programa de Marcelo Polino?
-Yo estaba haciendo más que nada trabajo como actor, y paralelamente se iban dando oportunidades. Pero era muy difícil afianzarse uno como actor en este medio. Hasta que se dio la idea de estar en un reality para el que había hecho un casting,
-¿Habías quedado de una en la selección?
-Hice el casting y yo me estaba por ir un 31 de diciembre, Año Nuevo, a pasarlo afuera, porque la verdad ni me interesaba si había quedado o no. Entonces, se me quedó el auto yendo a la Costa, y me al mismo tiempo me llamaron para decirme que había quedado seleccionado en casting. Es decir, si yo me iba a la Costa no volvía más. Porque no me interesaba el rol periodístico, yo quería ser actor.
Matías Vázquez.“Se me quedó el auto yendo a la Costa, y al mismo tiempo me llamaron paralelamente para decirme que había quedado seleccionado en casting. Es decir, si yo me iba a la Costa no volvía más. Porque no me interesaba el rol periodístico, yo quería ser actor”.
-Pero fuiste igual...
-Fui al reality y le tomé el gustito a poder entrevistar al famoso desde un lugar más actoral. Ahí fue cuando me fui enamorando de la entrevista, me fue gustando esa calidez del ida y vuelta constante con los artistas.
Viví con Moria Casán, con Nazarena Vélez, y cuando llegué a la final, yo ya me quería bajar del reality.
-¿Por qué?
-Porque estaba muy angustiado. Era un sufrimiento mental y psicológico, no veía a mi familia, había mucha presión. La verdad que participar de un reality no lo recomiendo. Es hermoso, pero vivirlo en primera persona es durísimo, más allá de que a mí me fue bien.
-Lo ganaste de punta a punta...
-Gané el reality, laburé un par de años en televisión haciendo móviles los fines de semana, hasta que me quedé también sin tanto laburo. Y ahí es como que dije, “ya está, me retiro del medio”.
-¿Habías tirado la toalla?
-Estuve alejado del medio varios años. Hasta que se dio esta posibilidad de sumarme a A la tarde con Karina Mazzocco en el 2022, después hacer Socios del Espectáculo y después esto fue muy de golpe. La vida me dio una revancha, y en esa segunda oportunidad la clave al ángulo.
Matías Vázquez.“Gané el reality, laburé un par de años en televisión haciendo móviles los fines de semana, hasta que me quedé también sin tanto laburo. Y ahí es como que dije, ‘ya está, me retiro del medio’”.
-¿O sea que de chiquitito no soñabas con ser periodista? Se fue dando naturalmente...
-Exacto, me encantaba ser extrovertido; generar el título; llamar a la gente; me encantaba llamar la atención. Hacía muchas cosas que tenían que ver con el show, pero sobre la marcha me fui metiendo en el mundo del periodismo y ahí empecé a darme cuenta que me gustaba mucho la entrevista.
-¿Fusionaste tus pasiones a través de las entrevistas?
-Eso fue lo que me gustó. Tengo esa faceta entre el actor, el periodista, y el show que explota después.
Matías Vázquez.“Tengo esa faceta entre el actor, el periodista, y el show que explota después”.
-Ya contaste varias veces que participaste de ficciones de Cris Morena, ¿Algo te da vergüenza de tu pasado actoral?
-A esta altura no me avergüenza nada. Me acuerdo que en la época que yo estaba en el colegio, estaba de moda la película Full Monty y creo que mi primer acto escolar fue con un grupo de compañeros hacer el striptease de la peli. Obvio que no nos desnudábamos.
-¿El actor es el que le da las herramientas al periodista de oficio?
-Ser actor me dio la capacidad de interpretar personajes para la ficción. Y ahora como periodista y como conductor estoy fusionando mi lado más humano con mi lado más picante a la hora de generar impacto, y me ha ayudado mucho. Eso es lo que me genera el contraste entre dónde me siento cómodo y dónde busco también la venta de la noticia. La narrativa para que pueda andar fuerte.
Matías Vázquez.“A esta altura no me avergüenza nada”.
-¿Qué hacés en tu tiempo libre cuando terminás de trabajar?
-Qué buena pregunta me hacés, porque en ese momento yo trato de descontaminarme un poco de todo lo que es el ruido. Agradezco todos los días a Eduardo “Coco” Fernández, a Pablo Codevilla, a Adrián Suar, a mi productora, al equipo. A Dios, a todos.
Pero cuando llegás a casa, tenés que desconectar un poco de las noticias, porque son temas difíciles. No siempre es Wanda Nara y Mauro Icardi. Hay temas que son muy complicados. y uno tiene que saber distanciarse de esa realidad que cuenta al aire para meterse con su propia realidad.
-En concreto, ¿cómo desconectás?
-Apenas llego lo que hago es ver un poco el programa, porque soy muy crítico de lo que veo, para ir mejorando. Después, apago y ahí desconecto, almuerzo, me quedo en el sillón agradeciendo y me pongo a meditar.
-¿Cómo sería eso?
-Escucho mucho budismo, música de meditación, hago mucho autocontrol, y eso lo empecé a hacer ahora con 40 años. Ahora empecé a abrir los ojos. Antes era quinta fondo, pero ahora estoy metiendo cuarta, tercera y regulo. Lo que hago al aire es un trabajo, y después no me tiene que invadir en mi vida privada. Intento distanciarme de eso, del laburo y de la vida.
-¿Qué más hacés?
-Medito, hago yoga y si bien me salen mal las posturas, pero lo intento igual, voy a entrenar, me pongo a leer un libro. Aunque usted no lo crea, ¡me pongo a limpiar mi casa!, que eso es un control mental, es buscar un equilibrio sobre lo que vivo.
Matías Vázquez.“Escucho mucho budismo, música de meditación, hago mucho autocontrol, y eso lo empecé a hacer ahora con 40 años. Ahora empecé a abrir los ojos”.
-¿Cómo alcanzás el estado budista del nirvana?
-¡Qué buena pregunta! La gente me dice “vos tirás mucho quilombo, vos sos re bravo, sos re quilombero”. Sí, lo admito, me gusta el quilombo, pero también me empezó a gustar el otro lado del quilombo, que es decir, “pará, estate en eje con vos”.
LA CLASE DE YOGA DE MATÍAS VÁZQUEZ
-Inhalo, ¿ves? estoy dando una clase de yoga en vivo. Inhalamos cuatro segundos y exhalamos en seis. Haciendo eso, ¿sabés cómo empecé a bajar? Y yo creo que ese es el principio para decir “no me tengo que morir por mi laburo”.
-A tus 40 estás en pareja, pero naciste en los medios con fama de salidor. ¿Mantenés tus escapadas con amigos?
-Sí, estoy más tranquilo. Ahora estoy en pareja, hace un tiempo, y estoy bien, con todo lo que significa estar en pareja, que es constantemente una evolución. Pero a mis amigos los sigo viendo, les hablo, y me cuido mucho más. Tengo una madurez que tiene que ver también con mi laburo. Es como el jugador de fútbol, ¿viste? Cuando estás jugando en primera te concentrás más en lo que estás haciendo. Tengo como una responsabilidad mayor.
-¿Tenés ganas de hacer una temporada de teatro?
-Me gustaría hacer un stand-up, que lo estoy proyectando como si fuera un detox del espectáculo. Es decir, la descontaminación de las noticias del espectáculo, y contar quizás lo que no se puede contar en televisión. Me parece que puede llegar a andar bien, y está bueno.
Matías Vázquez.“Estoy en pareja hace un tiempo, y estoy bien. Pero a mis amigos los sigo viendo, hablo, y me cuido mucho más. Es como el jugador de fútbol, ¿viste? Cuando estás jugando y estás en primera, te concentrás más en lo que estás haciendo".
¿Ya tenés abogado para eso? Por las cartas de documento que te mandarían...
-Tenemos más abogados que amigos. Pero bueno, sabemos que en este medio, si usás el potencial, zafás. Pero por lo general, todo lo que tiramos siempre es contundente, y con algo que respalda atrás.
-¿Te sentiste usado por gente del medio para “operar” sutilmente en favor de uno u otro bando?
-En el medio no hay amigos. Creo que puede haber compañeros, puede haber buenas alianzas, pero amigos no hay. Entonces, yo me paro en esa. Yo puedo generar vínculos amistosos de trabajo y por supuesto, todos buscamos una fusión de equipo. Pero en el medio no hay amigos, por el simple hecho de que mis verdaderos amigos están fuera del medio.
Matías Vázquez.“Me gustaría hacer quizás un stand-up, que lo estoy proyectando, como si fuera un detox del espectáculo”.
-¿Cuál es tu secreto entonces?
-Yo trato de darme cuenta que hoy yo te puedo servir como vos me serviste a mí. Y ese es el secreto, saber que nos usamos mutuamente con respeto, sabiendo que siempre hay algo de provecho del otro lado.
MATÍAS VÁZQUEZ ANTES DE VOLVERSE FAMOSO
-Tengo dos hermanos que los amo mucho. Me crié en Belgrano primero, después fui para Pilar. Fui creciendo y ya desde chico sentía como un rumrum, de lo que me gustaba, que eran los actos escolares, me apoyaron, me acompañaron. Y acá estoy, haciendo lío, y vamos por más lío, y esta es la gran sensación que siento hoy, que el camino se está abriendo, y que el esfuerzo llega cuando vos dejás todo en la cancha, y así es, ¿no? Voy al hueso, soy picante, pero en el fondo soy un buen pibe.
De chico era un arquero recontra polémico, recontra picante. Me acuerdo que era un arquero que le gustaba como marcar la cancha, era de hacerme mala sangre por los partidos, pensaba mucho en las jugadas, porque el arquero siempre era la figura o el peor de todos. Y nunca podías criticarte, porque en cierto modo, si te criticabas, ya te buscaban el recambio.
Matías Vázquez.“El esfuerzo llega cuando vos dejás todo en la cancha, y así es, ¿no? Voy al hueso, soy picante, pero en el fondo soy un buen pibe”.
Como arquero jugaba en el club asturiano de Vicente López y me acuerdo que me hice con un carácter fuerte en un momento de decir “si pierdo el partido, la culpa es mía, y si lo gano, lo va a festejar el delantero”. Entonces, empecé a darme cuenta que a veces podías hacer las cosas bien y no había que esperar el reconocimiento.
