En 2019, Hernán Drago y Bárbara Cudich le pusieron fin a sus 19 años de amor, de los cuales nacieron sus dos hijos, Luka (17) y Lola (14). Sin embargo, el amor se transformó y actualmente ambos están viviendo bajo el mismo techo, en plena cuarentena.
En un contexto de crisis sanitaria y económica, el modelo logró destacarse en sus participaciones en Bienvenidos a bordo y como panelista en Pampita Online, lo que lo llevó a estar viviendo uno de sus mejores años.
"Cuando nació mi segunda hija, al día siguiente que nació, yo tenía un contrato grande con México. Entonces me llevé un zoquete, que usó solo una noche. Me pasé los 20 días oliendo esa media".
Atenta al momento de plenitud de su compañero, Pampita decidió sorprenderlo en vivo con un homenaje, para luego ahondar un poquito más en la vida de Drago, a quien le tembló la voz cuando habló de su separación y rompió en llanto al hablar de sus hijos.
"La vida tiene para mí cosas maravillosas, sé que voy a volver a encontrar a una compañera. La gente que me conoce sabe que yo sufrí muchísimo por mi separación. Tardé 5 o 6 meses para poder volver a estar con otra mujer. No entendía, me parecía muy injusto todo. Sufrí mucho y todavía tengo mis días, pero yo sé que todo es para bien. En el momento difícil que tuve en el 2019 yo me refugié en ese gordito. Dije '¿cómo salió ese gordito?'. Sin excusas. Arremangándose y saliendo a trabajar", comenzó diciendo Hernán, conmoviendo con sus palabras a Carolina.
"La primera vez que mi hijo me dijo papá yo estaba trabajando en la selva de Guatemala y él me dijo 'papá' (por teléfono)".
"¿Qué te gustaría decirle a tus hijos, que sé que son la razón de tu vida?", le preguntó Pampita. Mirando a cámara y sin contener las emociones, Drago contestó: "Mis hijos están en una edad como que ya están en piloto automático, si bien son menores todavía. Yo ya pasé la etapa del miedo de cuando salgan de las alas de los padres, que se van a encontrar con drogas, miserias y con cosas. Yo quiero que les prevalezca el ejemplo que les dio el padre y la madre. Quiero que sean felices y respetuosos. Estoy tranquilo porque hasta acá lo son. Ojalá cumplan sus sueños. Van a contar con su papá hasta el último día de sus vidas. Ellos son lo mejor que me pasó en la vida. Los amo mucho".
Sensibilizado, Hernán contó dos emotivas anécdotas: "Cuando nació mi segunda hija, al día siguiente que nació, yo tenía un contrato grande con México, me tenía que ir 20 días, ya había hecho la mitad de ese trabajo. Entonces me llevé un zoquete de ella, que usó solo una noche. Me pasé los 20 días más largos de mi vida oliendo esa media". Y finalizó con un relato sobre su primogénito: "Pasé muchos viajes así. La primera vez que mi hijo me dijo papá yo estaba trabajando en la selva de Guatemala y él me dijo 'papá' (por teléfono)".