En pleno efecto ebullición de los disparos verbales de Moria Casán contra media farándula, el "Obelisco con pechos" como siempre se define viajó a Roma y a la Costa Azul de Francia para ofrecer una charla sobre la medicina que la tiene fanatizada: la "ortomolecular".
Escoltada por su médico, el doctor Rubén Mulhberger, tomó el avión con el fin de mostrarse, según dijo, como "modelo vivo" de los resultados del tratamiento para el "cuerpo del futuro".
Ella fue la primera en difundir entre las celebrities locales las mieles de ese método anti-age que ahora siguen otras mujeres del espectáculo, como Betiana Blum, Catherine Fulop, Laura Fidalgo y Silvina Luna, entre otras. ¿Con quién quedó el pequeño Kristóbal, su chihuahua toy, fiel compañero de sus locuras? A cargo de su asistente Galo (foto).
Con este viaje, ella pone un manto de piedad (o al menos de silencio) tras tantas declaraciones explosivas contra Antonio Gasalla, Gerardo Sofovich, Mirtha Legrand, Georgina Barbarossa, Carmen Barbieri y Santiago Bal, esposo de la rubia. "Todos me odian y tienen una gran envidia. Soy la mejor, la única, por una cuestión filosófica", había asegurado Casán, modestia aparte. De Gasalla, había opinado: "El me hizo histeriqueos cuando trabajamos juntos. Tiene mala memoria. Si yo me drogara, sería una genia porque tengo un gran equilibrio". Y unas cuantas cosas más. Ahora, la troupe farandulesca respira tranquila. Al menos por unos días. -