La noche de MasterChef Celebrity tuvo un condimento inesperado: Maxi López y Wanda Nara se animaron a contar, entre risas y chicanas, cómo fue la primera vez que se cruzaron en una bailanta de los 2000.
El estudio se llenó de carcajadas y complicidad, dejando en claro que el pasado quedó atrás y que hoy la relación es mucho más relajada.
Todo arrancó cuando Ariel Pucheta, excantante de Ráfaga e invitado especial, saludó a Wanda y lanzó una frase que encendió la mecha: “Nos conocemos, íbamos a Sunset”, en referencia al boliche que marcó una época y ya no existe.

Maxi, que estaba cocinando, no dudó en sumarse al juego: “¡Saltó la ficha, saltó la ficha!”, gritó entre carcajadas, sabiendo que la charla iba a ponerse picante.
Wanda, entre divertida y un poco avergonzada, intentó esquivar el tema escondiéndose detrás de la escenografía.
Pero Maxi recogió el guante y, con picardía, contó: “A Wanda la conocí en Sunset. Me invitó a un desfile”. Eso sí, enseguida aclaró: “Necesito omitir información. Estoy salvándole el pellejo”, generando más risas entre los jurados y los participantes.
El recuerdo de una noche inolvidable y la complicidad intacta
Ariel Pucheta, testigo de aquella época, sumó su propia anécdota: “Yo estuve ahí esa noche. Yo lo veía siempre a él, igual”. Maxi no lo desmintió: “Estaba todas las noches en la bailanta…”, reconoció, recordando sus años de joven promesa del fútbol.

La gala tenía un desafío especial: los participantes debían cantar mientras cocinaban. A Maxi le tocó Mentirosa, de Ráfaga, y no dudó en dedicársela a Wanda, que lo miraba desde su puesto de conductora.
“Nunca mejor elegido un tema”, lanzó antes de empezar a cantar. Wanda, lejos de incomodarse, se animó a bailar y bromeó: “A López me animo a menearle, tenemos más confianza”.
Una relación madura y lejos de los escándalos
A casi dos décadas de aquel primer encuentro en Sunset, el ida y vuelta entre Maxi y Wanda sigue fascinando a los espectadores.
Comparten tres hijos adolescentes, mantienen un vínculo cordial y sus actuales parejas conviven sin conflictos, muy distinto a los años más turbulentos.




