En tiempos donde la necesidad de reconectar con la naturaleza se vuelve imprescindible, Laurita Fernández encontró en la jardinería un espacio de expresión personal.
Lejos de la televisión y los escenarios, la bailarina convirtió el exterior de su hogar en un auténtico oasis verde, pensado tanto para el disfrute estético como para el bienestar cotidiano.
Su jardín de ensueño, que la artista comparte con frecuencia en redes sociales, combina especies tropicales y autóctonas en un diseño integral que apuesta por el equilibrio.
No se trata solo de sumar plantas, sino de crear un ecosistema que conviva en armonía con la arquitectura de la casa y el estilo de vida de quien la habita. Fernández dividió el espacio en sectores: algunos dedicados al descanso y otros pensados exclusivamente para el desarrollo de la vegetación.

LAS ESPECIES QUE EMBELLECEN EL JARDÍN DE LAURITA FERNÁNDEZ
Entre las protagonistas se encuentra la Strelitzia Nicolai, conocida como Ave del Paraíso Gigante. Sus hojas largas, de hasta dos metros, aportan un aire exótico y elegante, convirtiéndose en un foco visual ineludible. Aunque su floración es poco común en climas templados, su frondosidad basta para llenar de vida el ambiente.
Otra joya del espacio es la Alocasia, popularmente llamada Oreja de Elefante. Esta planta tropical, que requiere humedad y semisombra, encontró en el sistema de riego por goteo de Laurita las condiciones ideales para crecer y desplegar sus hojas majestuosas.

La Raphis Excelsa o Palmera China también tiene un rol clave en el diseño. De tamaño mediano y hojas en abanico, se adapta fácilmente a jardines urbanos y resiste temperaturas frescas, aportando un aire selvático que refuerza la estética buscada.
Por último, Laurita sumó la Clivia Miniata, una especie de flores brillantes que bordean los sectores más protegidos del jardín. Sus tonos intensos atraen mariposas e insectos polinizadores, aportando biodiversidad y color.