No se trató de otra escena de acción en el contexto de una ficción, fue el propio Gerardo Romano (67) en su vida real quien detuvo a un ladrón en plena fuga y luego intervino para calmar la furia de los vecinos que agredieron al delincuente. Los lamentables episodios ocurrieron pasado el mediodía del miércoles, a dos cuadras de la Plaza Serrano del barrio de Palermo.
En diálogo con El Diario de Mariana, Gerardo contó: "Terminaba de ensayar, iba caminando por Borges, cruzando Costa Rica y escuché unos gritos de mujer desgarradores, tremendos. Algo grave estaba pasando. Retrocedí hasta la esquina y vi una moto roja zigzagueando por el medio de la calle y como a 15 metros un morocho grandote que le gritaba que pare al de la moto. Me pasaron al lado, empecé a correrlos y un agente de Policía saca el arma, les exige que se detengan y los corrimos juntos a la par hasta que los alcanzamos. El tipo medio que se asustó y se tiró al suelo".
Fue en ese momento que los vecinos desataron su furia: "Como estamos bastante saturados con las informaciones de linchamientos, y a parte de agarrarlo al tipo, me quedé para evitar lo que se venía. La gente va cobrando indignación, se dan ánimos unos a otros, le tiraron un par de patadas. Otro tipo bajó de un auto y sacó un machete, de los que se usan para cortar caña de azúcar".
"Al rato vino la mujer, con la que me solidaricé, por eso estoy declarando en la Comisaría 25. Le habían robado un Rolex de oro, tenía toda la mano lastimada porque se lo arrancaron. La gente está harta, puteaban al delincuente y le gritaban que nos hacían quedar mal en el mundo porque (las víctimas) eran dos turistas norteamericanos, mujeres grandes a las que habían golpeado".
Como detalle insólito, el actor de Betibú agregó: "Para colmo después que le veo la cara al tipo, me doy cuenta que es el mismo que le robó el reloj a un amigo mío hace cinco o seis meses, acá por Palermo también. Por eso supongo que habrá sido tanta la indignación de la gente, ese otro robo fue a tres cuadras de acá". Para cerrar, el actor elogió el accionar del policía: "Quiero destacar a Héctor Gamarra, un policía de la Comisaría 25 que lo corrió conmigo, no me olvido de mi edad. El estaba con el arma en la mano y tocándole el pito, jugándosela".
Así, Gerardo Romano evitó que se consumara el robo y el linchamiento del ladrón. Luego, Romano, el delincuente y la víctima fueron a declarar a la Comisaría 25.